Blogia
A mí no me mires:

Ojo que no ve.

tuerta

          ¿Conoces el refrán: "Si tienes un amigo tuerto, míralo de perfil"? Pues ya puedes mirarme así. Me levanté con dolor en un ojo, como si tuviera algo dentro, al cabo de una hora fui a urgencias y me detectaron una sequedad en la córnea que me había producido una pequeña herida. Me pusieron una pomada y un parche en el ojo y ahora hay que esperar si se cura en unos días o es algo más serio. Dicen que el 29 de febrero da mala suerte. Pues eso. A mí, seguro que me ha dado, lo comencé con el piso inundado y lo terminé tuerta. Paciencia.
        Cuando ves la mitad de lo que veías, te das cuenta de que vives para ver. Soy una cobarde integral, tengo miedo hasta de mi sombra, y prefiero sumergirme en la depresión más negra, antes que tirar por la calle del medio y, de paso, tirarme desde un décimo piso. Pero estoy segura de que si un día,  no lo permitan mis queridas diosas, me quedo sin ojos o sin capacidad para imaginar, no tendría el más mínimo inconveniente que hacer mutis por el foro, seleccionar en el ipod el Adiós a la Vida, de Madame Butterfly, y cerrar la barraca. Pero felizmente, tan sólo estoy tuerta, y por unos días, creo. No tendría sentido medio suicidarme, así que paso de ver cosas, gente, libros o películas, porque me da dolor de cabeza este mal rollo de ver con solo un ojo y utilizo la otra mirada, la de la imaginación.  
        Mira por donde, siempre que navego en el barco de mi fantasía, acabo naufragando en tu playa. ¿Qué me has dado? Ulises cruzó el mar de las sirenas, que se cobraban barcos y tripulantes,  y se amarró al palo mayor para resistir sus encantos. ¿Dónde está mi palo mayor, para que no tenga que depender de ti de esta forma? La vida me obliga a volver a la época de los amores idealistas, cuando Cyrano de Bergerac, feo, viejo, y poco atractivo, pero brillante, inteligente y escritor genial, le dictaba hermosas palabras de amor a un bello cuerpo juvenil, romo de inteligencia, para que la dama de sus sueños permaneciera en éxtasis amatorio, al creer que un joven apuesto era el propietario de aquellas cautivadoras palabras, de aquellos increíbles sentimientos, de aquellas fascinantes emociones. Si la vida, trilera y jodida vida, quiere eso de mí, lo acepto. Si los hados, o mis diosas, o mi azar quiere que el cuerpo hermoso que imaginas, hable por lo que escribo, bienvenido sea. Sólo tengo un ojo, pero sigo viéndo cómo esperas mi carta de amor de cada noche, hoy más desesperada que otras veces, más cansada tal vez, pero nunca triste, porque te tengo. Y aunque mañana no sea así, nadie me quitará el recuerdo de este amor. Nadie. Ni siquiera tú.

1 comentario

D -

Eso no me incomoda y tampoco tomo a mal el hecho de no ver algo mas,me refiero a la fotografia.

No matare algun recuerdo tuyo,te lo aseguro. Para ti solo tengo miles de besos..

Cuidate, te quiero tambien con un ojo =)