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A mí no me mires:

Cuac!

pato

          Se impone la modestia. Ya que no corremos como un leopardo, no nadamos como un tiburón y no volamos si no es dentro de un avión con retraso, creo que el animal que más se nos parece es el pato. Somos patos. Patos mareados o patitos feos, pero patos. Aceptemos nuestra realidad y lancemos un viva el pato, y de paso imitemos su principal virtud. El pato no tiene prisa. La rapidez es una virtud, la prisa es un vicio, el peor que tenemos. La prisa pretende que corramos como un leopardo, que nademos como un tiburón y que volemos como un águila. Pero la vida que es sabia, nos recuerda que somos patos. Los antiguos romanos, que sabían mucho de estas cosas, lo resumieron con un latinajo de dos palabras. Festina lente. O lo que es lo mismo, acelera despacio, apresúrate tranquilo, agiliza con calma. La vida no es una carrera, para qué llegar el primero a la meta si el camino es mucho mejor que la meta. No corramos, que es peor, por más que corramos, los lunes van a ser igual de largos, y los fines de semana igual de cortos. Así que ya sabes, esta noche voy de pato, entre beso y beso, cuac!

1 comentario

Laura -

Pues yo iré de patita fea, y entre caricia y caricia más cuac!