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A mí no me mires:

Verdura.

verdura

     Si hay un cielo para los vegetarianos, está en Navarra Sur y se llama Tudela. 
    Aquí se organizan cada año unas jornadas de exaltación de la verdura que no acabo de entender muy bien, porque la verdura de Tudela se exalta sola, no necesita poetas foráneos que vengan a dar la tabarra. 
   Hoy me he sentado en el restaurante Iruña, y me he dejado seducir por unas croquetas de borraja, una verdura sencilla, que alcanza aquí la categoría de sublime y que demuestra irrefutablemente que se puede comer la pasión.
   Luego han llegado los primeros espárragos blancos de temporada, aliñados con aceite de oliva y sal marina, un prodigio de simplicidad, que demuestra irrefutablemente que también se puede comer la ternura. 
   Hay sabores fascinantes, con el mismo recuerdo que la mujer de tus sueños, como, por ejemplo, la persistente intensidad de las primeras alcachofas de temporada, que demuestran irrefutablemente que se puede comer la caricia. 
   Y como colofón, el plato de los platos, la sinfonía magistral, rebosante de matices, colores, olores y sabores, su majestad la menestra, que demuestra irrefutablemente que también se puede comer el amor.
    Esta noche me siento un poco alcachofa, devórame un poquito, anda.

1 comentario

D -

Me han dado ganas de comer alcachofa,comere todo =)