Blogia
A mí no me mires:

En tus brazos.

abrazo

Pienso que tal vez toda esta explosión de placer que experimento al soñarte es otro producto de mi imaginación, que parece mucho más real que mi aburrida vida. Y cuando llega el negro halcón del pesimismo, tiemblo ante la posibilidad de que todo lo que siento por ti, no tenga la misma correspondencia, que me digas más cosas de las que sientes y que lo que sientes de verdad, no me lo digas. Perdóname, pero es la reacción negativa a tanta felicidad, el miedo a perderla y a perderte, lo que me hace pensar que lo que vivo contigo es tan lindo que no puede ser real. Daría media vida por verte desnuda en el lado vacío de mi cama. Cierro los ojos y estás ahí, invitándome al placer. No quiero abrir los ojos, para poder verte mejor. Pero si realmente esta noche estuvieras junto a mí, detendría todos los relojes, tiraría las llaves del tiempo al fondo del mar y mis manos se convertirían en parte de tu cuerpo de tanto acariciarlo. Y cien mil besos soñados se volverían realidad, uno tras uno, y estaría disfrutándote sin prisa, conteniendo la pasión, aguantando el gemido, refrenando el orgasmo, y estaría decidido a pasar una eternidad besándote, besándote, besándote, sin decir nada, para qué, si habría llegado por fin a ese mundo feliz donde ya no sirven las palabras, donde únicamente puedo gozar, llorar, morir y resucitar en tus brazos.

0 comentarios