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A mí no me mires:

Sostén.

sosten

Al socorrido sostén, otros prefieren llamarlo sujetador, pero yo no acabo de concebir sus razones. La verdad es que no tengo unos senos pronunciados que convenga sostenerlos o sujetarlos, todo lo contrario, poseen el contorno y la dimensión justa para que se sujeten y se sostengan ellos solitos. Eso sí, tengo unos pezones rebeldes, y un tanto saltarines, que se endurecen  a su aire, cuando hace frío porque hace frío, cuando hace calor porque hace calor, cuando estoy excitada porque estoy excitada y cuando les da la gana porque les da la gana. 
           Como me han enseñado a no disimular lo que me falta y a no ocultar lo que poseo,  me encanta salir a la calle con una mini tejana y un polo de Lacoste bastante ceñido, y comprobar como el puñetero cocodrilo está a punto de pegarle un muerdo a la protuberancia que produce mi pezón izquierdo.
           Me han dado disgustos mis senos, más de lo que tenía previsto y aún sufro las secuelas de aquella lucha no tan lejana, pero ahora que de la feroz batalla solo me queda una pequeña cicatriz, que le da un cierto morbo al contorno de mi leve delantera, he de decir que el único complemento que ella necesita es el de tu boca, y que son tus labios apasionados la mejor de mis sujeciones, mi auténtico y necesario sostén
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3 comentarios

Stuffen -

Eyh, no sabia que seguías escribiendo el blog.
¿De verdad usas polos de Lacoste? :-)
Muakis

Rafael -

Lo divertido de este comentario es que está al margen de la Ley de la Gravedad. La importancia no está en el volumen sino en el descaro, de ahí la inquietud del cocodrilo. Es cierto que hay pezones que miran como ojos y que retan a combates sin fin. La culpa la tienen ellos.

Claudio -

Muy bueno, me ha encantado, como siempre.
Besitos.