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A mí no me mires:

ombligos

ombligos Cuando soy feliz
no estoy para nadie,
me olvido del mundo,
me cierro en mi placer,
y miro mi ombligo y el de Sandra.
Cuando soy feliz,
ni siquiera pienso que soy terriblemente egoista.
Acaba de irse Sandra
a uno de sus viajes de trabajo que no tienen final,
y me acuerdo, claro, del blog.
Es un diario secreto
y a la vez público.
Y sobre todo es mi consuelo.
Escribo porque,
lo digo bien claro en la portada,
no puedo estar sola.

4 comentarios

marquinho -

Habrá que ponerse gafas de sol pués! ;-)

Alina -

Sólo decirte que me gusta mucho tu blog, y que si te apetece hablar, ahí te dejo mi mail.
Y arriba ¿eh? que nadie se merece el sufrimiento de otra persona.

Lorena Costantini -

Muchísimas gracias por el regalo.
Son unos versos bellísimos, que reflejan exactamente lo que me sucede cuando ella no está. Me los voy a aprender de memoria.
Ciertamente, el amor es libertad, pero la libertad a veces hace sangrar, y yo suelo tener la sangre fácil.
Pero tu último consejo me parece imposible. Ella, con su exceso de luz, me tiene ciega.

marquinho -

En relación a Sandra...

"Si le hubiera acortado las alas
hubiera sido mía,
no hubiera escapado,

Pero así
hubiera dejado de ser pájaro.

Y Yo...
lo que yo amaba era al pájaro." [J.A.Arze/M.Laboa]

Que su mundo luminoso no te haga olvidar que el tuyo no es opaco.