Regreso
Hay que volver.
Me espera la ciudad y su rutina,
el trabajo y sus interferencias,
horas enteras
sin escuchar ni una palabra que me conmueva,
ni una música que me evoque,
ni una maravilla que me emocione,
compartiendo espacio y tiempo
con gente que no tiene otro idioma que el dinero
ni otra sintaxis que el poder,
que te valora por lo que aparentas
y por lo mucho que sabes disimular.
Pobres seres ricos
que hablan mucho de lo mucho que tienen
y muy poco de lo poco que son.
Pero mi memoria vuelve bien cargada de excelentes recuerdos,
y siempre habrá un pensamiento hermoso a mano
para superar el terrible obstáculo de la monotonía.
Porque esta vez,
en mi horizonte íntimo,
cada día sale un nuevo sol.
El tuyo.
Me espera la ciudad y su rutina,
el trabajo y sus interferencias,
horas enteras
sin escuchar ni una palabra que me conmueva,
ni una música que me evoque,
ni una maravilla que me emocione,
compartiendo espacio y tiempo
con gente que no tiene otro idioma que el dinero
ni otra sintaxis que el poder,
que te valora por lo que aparentas
y por lo mucho que sabes disimular.
Pobres seres ricos
que hablan mucho de lo mucho que tienen
y muy poco de lo poco que son.
Pero mi memoria vuelve bien cargada de excelentes recuerdos,
y siempre habrá un pensamiento hermoso a mano
para superar el terrible obstáculo de la monotonía.
Porque esta vez,
en mi horizonte íntimo,
cada día sale un nuevo sol.
El tuyo.
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