Blogia
A mí no me mires:

Amiga.

amistad

       Es muy conocido, excesivamente conocido, y por ello, excesivamente usado, gastado y maleado, el paso de amiga a novia y de novia a nada. Es más difícil, más original, más arriesgado y por ello, mucho placentero el camino inverso. De nada a novia, y de novia a amiga. Existe una evidente inflación de la amistad con la consiguiente depreciación. Hablamos de amistad cuando tendríamos que referirmos a una relación más superficial, de vecindad, de afinidad o de compañerismo. A cualquiera le endosamos alegremente el calificativo de amiga, como si esta consideración tuviese poco valor, cuando en verdad, es el último peldaño, y por ello el más difícil de alcanzar, en la escalera de los afectos. El sueño de mis sueños sería que, después de habernos acariciando millones de veces y después de habernos besado todos los centímetros de nuestra piel, tantas veces iluminada por la imaginación, culminásemos este gran amor convirtiéndonos en dos amigas del alma. Dos amigas en posesión de ese pasaporte privado y personal que nos da acceso al último, al más secreto, al más intimo de nuestros miedos y nuestras esperanzas, de nuestros deseos y nuestras cicatrices, de nuestras vibraciones y nuestros anhelos, de lo que nunca nos atrevimos a confesarnos a nosotras mismas, pero que ahora, gracias a que hay un corazón gemelo al otro lado de mis ojos o de mis sueños, podemos revelar en toda su crudeza o en toda su grandeza. Ahora que estoy borrachita de ti, puedo precisar claramente mi objetivo. Quiero ser tu amiga. La más auténtica, la más intima, la más tuya, la más.

1 comentario

D -

Gracias por la amistad...

Muchos besos