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A mí no me mires:

Sin hacer nada...

lorena

...Y haciéndolo todo contigo.
   La tarde en esta costa mediterránea es perezosa e indecisa, la nubes hacen el amor con el sol,  a veces sale, a veces se mete en la cama, hace temperatura de primavera, ideal para sacar la bici, o dar un paseo, o echarle una carrera al viento, pero yo estoy aquí en la terraza frente al mar, perdida la mirada en mi horizonte, mientras la Peyroux me desgarra el corazón con su Smile, que puede hacer mucho daño cuando la distancia  parece infinita y mis manos mueren por recorrer la dulce textura de tu cuerpo desnudo.
   La tarde pasa sin que mis ojos se muevan de tí,   se ha puesto el sol, y las nubes muestran ahora su poderío, mientras una brisa anuncia tormenta y mi corazón, el pobre loco, agoniza de nostalgia por beber el tuyo, aunque solo sea un segundo, el mismísimo segundo que tarda una sonrisa, esa smile que suena una y otra vez, porque me lleva a ti, cruzando medio mundo, para llegar a tus brazos, a la calida mansión elaborada por tus maravillosos besos, que no pueden ser superados por nada ni por nadie….
   Cualquier cosa que pueda hacer la realidad, tú lo haces mejor, por eso estoy aquí, cerrando los ojos y mirando hacia mi infinito, sin hacer nada y haciéndolo todo. Contigo.

1 comentario

Rafael -

El comentario me ha devuelto una foto antigua de Dalí y Lorca en la playa. Seguro que aquel paisaje es el mismo, lo que ocurre es que no tenemos tiempo de disfrutarlo. No hay mayor movimiento que la quietud que hace crecer y te agita. También me ha llevado a los versos de César Vallejo: "era domingo en las orejas pardas de mi burro pardo, allá en el Perú, (perdonen la tristeza)".