Pasion...¿inútil?
Emulando a Sartre, el gran depredador, hay quien afirma que el amor es una pasión inútil. Indiscutiblemente el amor es una pasión. Si no hay pasión, visceral, desaforada, rabiosa, arrebato que muerde y araña, entonces el amor se reduce a un acuerdo sentimental, un apaño amistoso, un desahogo compartido, una aburrida y a veces, sólo a veces, placentera forma de supervivencia. Pasión, sí, pasión absoluta y total, descontrolada y firme, pero ¿a qué viene lo de inútil? ¿Desde cuando una pasión es útil? El amor es una pasión imposible, porque es imposible que ese huracán, que desborda a una persona limitada, quepa en otra persona limitada. El amor es algo que nos supera, tanto si lo doy como si lo recibo, por eso es una pasión terrible, y por supuesto, excesivamente peligrosa. Sabina lo dejó bien claro: "Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres, porque el amor, cuando no muere mata, porque amores que matan, nunca mueren". Así es el amor, como lo siento yo: una pasión destructiva. Pasión suicida o pasión asesina, pero nunca, nunca, una pasión inútil. (Esto te lo dedico a ti, que me estás matando con tus silencios) |
2 comentarios
Lorena -
Pero que conste que te envié un email muy bonito...
Elisa -