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A mí no me mires:

Otoño, peligroso otoño.

Otoño, peligroso otoño.
...Y puede ser que vuelva a imaginar una vez más, una noche más,
que nos cogemos de la mano
y nos perdemos en la selva que siempre deseamos recorrer juntas.
O que vaya desgrananado en tu oído,
una a una, las palabras más hermosas
que tengo coleccionadas en el álbum de mis emociones.
Y puede ser que me respondas,
mirada lúcida, rigurosamente inexorable,
que todo esto ya lo tienes tan sabido
que no te interesa escucharlo más de mis labios.
Y puede que todo este maremagnum de sentimientos que me diluyen en ti,
tan sólo sea un maldito sueño de mi loca fantasía
que ama mucho más a las musarañas que se inventa,
que a la belleza que tiene delante de sus ojos.
Puede que todo sea nada,
y que nada sea precisamente todo lo que tengo entre mis manos.
Pero resulta que te echo tanto de menos,
que tu alma se convierte en la parte más querida de la mía,
y mi cuerpo se estremece en lo más sensible de su piel
a causa de las caricias que podrías hacerme
el día en que amanecieses a mi lado.
Y no tengo más remedio que escribir esto,
en la esperanza de que me vayas a leer,
aunque seguramente si lo haces,
no tendrás conciencia de que todo esto lo escribo por ti y para ti
y solamente espero el milagro
de que esta mariposa que bate sus alas enamoradas
en el pozo más oculto de mi corazón,
tenga un efecto más allá de mí
y te invada y te arrebate,
para que descubras que, al otro lado del mundo y de la vida,
te estoy amando hasta la consunción
y que nadie,
ni ayer, ni hoy, ni mañana,
nadie te va a querer ni tanto, ni de esta manera,
ni con tanta furia, ni con esta ternura,
porque tú eres mi razón de ser,
imaginado amor,
muda locura,
mirada que me ha partido en mil pedazos,
todos tuyos,
todos.

7 comentarios

Lorena -

Yo también te añoro, querida anónima, y nada me gustaría más que volver a estar juntas, en la aventura cotidiana de escribir y soñar.
Vuelve pronto.

An—nima -

Te leo en el anonimato de mi silencio por defunci—n, me sobrecoges en la m‡s inesperada de las caricias mentales, te admiro en mi egolatrismo onanista.
Y en este momento en el que dar’a cualquier cosa por poder volver a escribir un EA que saque la lengua a la vida mientras le toca el culo, te echo de menos.

Anonima -

Te leyo en el an—nimato de mi silencio por defunci—n, me sobrecojes en la m‡s inesperada de las caricias mentales, te admiro en mi egolatrismo onanista.
Y en este momento en el que dar’a cuaquier cosa por poder volver a escribir un EA que saque la lengua a la vida mientras le toca el culo, te echo de menos.

patri -

tuyo...pues este poema lo coleccionaré en mi "álbum de emociones"

Lorena -

Es desaforadamente mío o tal vez de ese hermano lobo llamado corazón.
Gracias por tu comentario, Patri querida. Lo esperaba.
La red tiene estas maravillosas telepatías.

patri -

estoy emocionada, qué poema más bueno! lo has escrito tú? si no es así dime el autor q lo perseguiré en sus letras... Me ha encantado este arranque sentimental! las tardes así siempre son productivas...

Claudio -

Joe Lorena te has superado. Me gusta, me gusta. Si no se da cuenta, ella se lo pierde.
Me ha gustado eso de

"Pero resulta que te echo tanto de menos,
que tu alma se convierte en la parte más querida de la mía"
1 Beso fuerte.