Blogia
A mí no me mires:

Orgasmanías

Orgasmanías

Cuando me dejo dominar por el deseo del sexo,
alcanzo entonces las nubes de la utopía
y me encuentro justo en el umbral
que separa lo eterno, de lo efímero,
el tiempo, de la eternidad,
el espacio, del infinito.

Es entonces y solo entonces cuando me siento única
y me doy perfecta cuenta de que todo ha sido creado,
(si es que existe  ese todo y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
de que todo ha sido creado por alguien,
(si es que existe ese alguien y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
de que todo, insisto, ha sido creado por alguien,

para que yo y solo yo y nadie más que yo,
(si es que existe ese yo y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
me sienta única
y alcance las nubes de la utopía
y me encuentre justo en el umbral
que separa lo eterno, de lo efímero,
el tiempo, de la eternidad,
el espacio, del infinito.

De todo ello se deduce,
(si es que existe esa deducción y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
que el orgasmo es,
contradicción de contradicciones y todo contradicción,
un instante, pero eterno,
que está situado en un punto, pero infinito,
y te arrastra a un sueño soñado dentro del sueño de un soñador,
y aún así,
paradoja de paradojas y todo paradoja,
es lo único realmente real de la realidad,
(si es que existe esa realidad y no es fruto de mi imaginación calenturienta)

 

1 comentario

lola -

me ha parecido muy fresco y dinámico, quiza y sólo quiza, todas nos sintamos algo identoficadas al leerlo.