Reflexiones pelín cínicas
ante un futuro miajilla oscuro.
Estoy hasta las narices de ganar mil euros al mes.
Estoy hasta el moño de no salir de pobre.
Estoy hasta semejante parte de no prosperar,
por más méritos que una haga en el trabajo.
Pero, chica, sé realista, tal y como está el patio laboral,
y mientras no se me caigan las tetas,
sólo tengo tres opciones:
-Enrollarme con un famosillo
y vender caras mis peripecias en la tele del tomate.
-Enrollarme con un millonario
y sacarle después una pasta con la pensión de divorcio.
-Enrollarme con cualquier pagano ansioso (hay la tira)
y convertirme en puta de lujo.
Lo cual quiere decir que la culpa de toda esta misería mía,
la tiene también ese afán tan mío
por seguir disfrutando de los plácidos placeres
que me proporciona mi agradable galaxia lesbianita.
¡Joder!
(Y nunca mejor dicho)
¡Qué complicado es esto de la financiación!
No me extraña que discutan tanto el estatut.
2 comentarios
bohemia -
Claudio -
Pero si vosotras pensais lo mismo... uno por otro y la casa sin barrer.
Si va a ser eso...