Masturbación.
La noche estaba más negra que nunca. Llovía con desesperación y desde la cama del hospital me veía más muerta que viva. Vinieron los médicos como dráculas a sacarme sangre, a sacarme vida. Me sentía un pingajo, a punto de acabar en el cubo de la basura. Despues de hacer conmigo lo que les vino en gana, se largaron, apagaron la luz y me dejaron sola en la oscuridad, a punto de ser raptada por todos mis incansables terrores. Pero mi dedo, mi querido dedo, mi hermoso dedo, ese colegui guapo que me sabe y me conoce y me entiende como nadie me ha entendido, se rebeló contra esta conspiración de fantasmas, y acercándose a mi vagina, la tocó, la acarició, la penetró, jugó con ella, la arañó, se adueñó del adentro y del afuera, me dominó a placer y cuando me vinieron los orgasmos, uno, dos y tres, los tres de siempre, se me implantó en mi cuerpo machacado y herido de muerte, una sonrisa de vida que me duró hasta la mañana siguiente. Que por cierto lucía el sol.
La masturbación, qué remedio....
¡Qué fabuloso remedio!
5 comentarios
antonio -
marquez jean batiste -
monica -
en mi casa sola y no tenia nada k hacer asi k me empeze a tocar y en la vagina y a acariciar y me empeze a masturbar desde ese dia me he estado masturbando diario y cada ves me gusta mas
es una linda
experiencia
vsc -
me gustaria que si tienes tiempo me agregaras al msn, es que tengo un par de dudas sobre sexo (no soy un viejo verde) jeje
ramicaco_victor@hotmail.com
gracias anticipadas.
A.R. -
Volver a ti, amada mía en la distancia, significa volver a vivir una historia tan íntima que ni siquiera tú sabes cuánto me seduce y me controla, cuánto me emociona y me subyuga, de qué forma da sentido y contenido a una forma de respirar, de sonreír, de sentir, de soñar.
Volver a ti, Lorena. Te pensaba perdida. Gracias por volver.