Blogia
A mí no me mires:

Volar

Volar El imán de lo desconocido
me impulsa a volar hacia otros horizontes
despreciando los paisajes habituales.
Y por mi necia curiosidad acabo igual que Icaro.
Por querer volar demasiado alto,
mis alas de cera se derriten con la cercanía del sol
y me precipito en el abismo.
No siempre volar es huir.
En muchas ocasiones mi atolondrado vuelo
me hace caer más rapidamente
en la sima de donde quería escapar.

Y en el fondo de tu corazón,
algún Sabina cantaba:
Yo si quiero saber a qué viniste
a pedirme lo que nunca compartí,
porque temo, paloma de ojos tristes,
que ahora vueles sin mí.

1 comentario

Ea! -

a ?: yo sólo vine a vivir tus tempestades, yo sólo vine a degustar tu magnitud, yo sólo vine, criatura de alma perdida, a volar en circunferencias en tu altitud.