Blogia
A mí no me mires:

Se admiten apuestas.

Se admiten apuestas. Tan cercanos en el tiempo están
los divorcios rápidos y los matrimonios homosexuales,
que este finde,
tomando unas copas con gente del ambiente,
surgió una propuesta de porra,
¿De quien será el primer divorcio de un matrimonio homosexual?
¿De una pareja de gays o de lesbianas?

La mayoría de la peña opina
que serán los gays los primeros que se divorcien,
porque ellos son menos fieles que nosotras.
¿De verdad?
Yo no lo creo así.
Para infidelidades, las nuestras.
Las lesbianitas nos ponemos los cuernos de una forma natural,
casi sin darnos cuenta,
y no creo que este afán de pendoneo
sea exclusivamente mío.
¿Quién tiene razón?
¿Ellos o yo?

Opina si quieres.
Pero si te da más gustito
dejar un comentario
sobre la vida sexual del ornitorrinco tasmano...
no seré yo quien te lo impida.

6 comentarios

Indo... -

Perdóneme usted, oh Marta, gran gurú del mundo (freaky) animal por osar hablar del gran ornitorrinco!!!!

Lorena -

Alucinada estoy, Martita.¡Qué derroche de erudición zoológica!
Si yo fuera ornitorrinco, me casaría contigo. (En el caso de que haya ornitorrincas lesbianas, claro)
Espero con interés morboso tu nuevo comentario por entregas.
¿Tratará de la cría de la oropéndola malgache?
¿De la forma correcta de tocar el pífano macilento?
¡Qué ilu!
Este es tu blog, Marta, pasa sin llamar.

Marta -

Al nacer las crías inmediatamente se introducen en un pliegue de la piel, especie de rudimento de bolsa marsupial donde se vierte la secreción láctica. Para hacer todo aún más confuso, los ornitorrincos poseen dientes de "leche" que pierden con la edad. Una vez que se ha sumergido bajo el agua sus ojos, orejas y fosas nasales se cierran por lo que nada sin ver. Es ahí donde se pone en juego el aspecto más fantástico de este animal. El pico de los ornitorrincos posee electrorreceptores tan sensibles que pueden percibir el campo eléctrico generado por el ligero movimiento de la cola de un camarón a veinte centímetros de distancia.

Marta -

No me hagas coñas con el ornitorrinco tasmano, Lorena, y menos tú, Indo, que ese bicho es algo serio. Porque ahí donde lo veis, si es que lo habéis visto algún día, el ornitorrinco tasmano es un curioso animal que tiene de todo un poco: piel de topo, cola de castor, patas de rana, espolón de gallo, pico de pato y dientes. Además se trata de un mamífero que pone huevos. Residente en los lagos y ríos de Tasmania y Australia, además de nadador es un animal excavador, construye en la costa de los ríos, una madriguera las cuales son de dos tipos: una ordinaria y otra destinada a la reproducción. En la primera viven tanto el macho como la hembra; en la segunda, sólo la hembra. Ambas se hallan totalmente fuera del agua, incluso la entrada, que es excavada en las partes escarpadas de la orilla y sólo queda cubierta por el líquido cuando se producen las grandes crecidas.

Marta -

La madriguera para la reproducción que excava la hembra, consiste en una galería que mide entre 4,5 y 6 m de longitud, situada a unos 40 cm de profundidad; en la extremidad de la galería se abre la cámara de nidificación, situada de modo que las crecidas no lleguen a ella en ningún caso: en esta cámara se halla el nido, hecho de hojas, hierbas acuáticas, etc. Ultimados los preparativos, la hembra gestante cubre con tierra la entrada, sirviéndose de la cola, de modo que, desde el exterior, ni los animales depredadores ni el hombre puedan sospechar la existencia de la madriguera. Luego, la hembra procede a la puesta de los huevos que son blandos, en número de dos por lo general, a veces tres; al parecer, la incubación dura dos semanas, durante las cuales la madre mantiene los huevos cerca de su cuerpo.

Indo... -

Bastante complicada es la vida sexual humana como para opinar sobre la del ornitorrinco tasmano...
Y sí, Lore, el afán de pendoneo no es sólo tuyo, estaría bueno, jajaja!!!