Lo siento:
Me ha salido sin querer.
He recibido el siguiente e-mail
que me ha dejado cabizbunda y meditabaja:
Querida Lorena. No sé si te llamas así de verdad, si todo tu aspecto exterior es una excusa, no para ocultar lo que eres, sino todo lo contrario, para mostrarlo mejor. Solo tengo claro que eres mujer y eres lesbiana, eso y todo lo que de tí dejas traslucir en este blog que es muchísimo, y absolutamente fascinante. Tengo suerte de haberte conocido porque soy hombre, bohemio, romántico, y estoy enamorado de tí. Si fuera mujer harías todo lo posible por conocerme en persona y si encajara en tus esquemas físicos, resolverías esta relación con una o con varias noches de amor. Pero soy hombre y sé que eso no se producirá, y tengo suerte de serlo porque así no me gastarás, no me acabarás, no me utilizarás, y tu seguirás siendo la mujer de mis sueños, una dulcinea para un quijote, una ginebra para un lancelot, un amor plátónico para alguien que cree seriamente que el amor que no es platónico no es amor, es una forma de consumo. Consumimos cuerpos, de la misma forma que consumimos móviles. Cuando llega un modelo más bonito, si podemos, lo cambiamos. Mientras que ese gran amor literario y caballeresco, ese amor que unió a Abelardo y Eloisa, el amor imposible de Romeo y Julieta, el amor que inspiró a los juglares y a los poetas del Renacimiento, es el único que vale la pena, porque no se contagia de la perversidad de la piel, no se infecta con el virus de la pasión corporal. Te reitero mi fidelidad y mi cariño, y no pido nada más. Porque el amor no pide, da. Y yo te lo doy, sin pedirte nada a cambio. Solo quiero que sepas que desde que he llegado yo y te he declarado mi verdad, tú, sin quererlo ni pensarlo, también has cambiado. Gracias a mí, ya eres una amante bilingüe.
Ea!
Pensaba enviar el mensaje a la papelera, pero al final, me ha dado un puntito de rebeldía y he decidido hacerlo público.
Lo único que mantengo en secreto es su e-mail, pero si esta especie de novio virtual que me ha salido, no tiene inconveniente, lo cuelgo sin problemas.
Lo siento por el muchacho, porque conmigo ha pinchado en hueso.
No estoy de acuerdo con sus teorías sentimentales. Padece romanticitis aguda. Eso de que el amor platónico es el único amor, me suena a cuento chino. Y no me sirven los ejemplos literarios que pone, porque esa literatura está sobrevalorada.
A mi entender, la verdad es bien distinta.
El amor físico es el verdadero amor,
y de él derivan todos sus sucedáneos.
Lo malo de este verdadero amor es que dura muy, muy, muy poquito.
Pero, eso sí, se recuerda muy, muy, muy muchito.
¿Cual es vuestra opinión?
¿Tengo razón yo,
o la tiene
mi quijote-abelardo-romeo?
que me ha dejado cabizbunda y meditabaja:
Querida Lorena. No sé si te llamas así de verdad, si todo tu aspecto exterior es una excusa, no para ocultar lo que eres, sino todo lo contrario, para mostrarlo mejor. Solo tengo claro que eres mujer y eres lesbiana, eso y todo lo que de tí dejas traslucir en este blog que es muchísimo, y absolutamente fascinante. Tengo suerte de haberte conocido porque soy hombre, bohemio, romántico, y estoy enamorado de tí. Si fuera mujer harías todo lo posible por conocerme en persona y si encajara en tus esquemas físicos, resolverías esta relación con una o con varias noches de amor. Pero soy hombre y sé que eso no se producirá, y tengo suerte de serlo porque así no me gastarás, no me acabarás, no me utilizarás, y tu seguirás siendo la mujer de mis sueños, una dulcinea para un quijote, una ginebra para un lancelot, un amor plátónico para alguien que cree seriamente que el amor que no es platónico no es amor, es una forma de consumo. Consumimos cuerpos, de la misma forma que consumimos móviles. Cuando llega un modelo más bonito, si podemos, lo cambiamos. Mientras que ese gran amor literario y caballeresco, ese amor que unió a Abelardo y Eloisa, el amor imposible de Romeo y Julieta, el amor que inspiró a los juglares y a los poetas del Renacimiento, es el único que vale la pena, porque no se contagia de la perversidad de la piel, no se infecta con el virus de la pasión corporal. Te reitero mi fidelidad y mi cariño, y no pido nada más. Porque el amor no pide, da. Y yo te lo doy, sin pedirte nada a cambio. Solo quiero que sepas que desde que he llegado yo y te he declarado mi verdad, tú, sin quererlo ni pensarlo, también has cambiado. Gracias a mí, ya eres una amante bilingüe.
Ea!
Pensaba enviar el mensaje a la papelera, pero al final, me ha dado un puntito de rebeldía y he decidido hacerlo público.
Lo único que mantengo en secreto es su e-mail, pero si esta especie de novio virtual que me ha salido, no tiene inconveniente, lo cuelgo sin problemas.
Lo siento por el muchacho, porque conmigo ha pinchado en hueso.
No estoy de acuerdo con sus teorías sentimentales. Padece romanticitis aguda. Eso de que el amor platónico es el único amor, me suena a cuento chino. Y no me sirven los ejemplos literarios que pone, porque esa literatura está sobrevalorada.
A mi entender, la verdad es bien distinta.
El amor físico es el verdadero amor,
y de él derivan todos sus sucedáneos.
Lo malo de este verdadero amor es que dura muy, muy, muy poquito.
Pero, eso sí, se recuerda muy, muy, muy muchito.
¿Tengo razón yo,
o la tiene
mi quijote-abelardo-romeo?
10 comentarios
joaquim -
El pobre diablo que te envió ese email simplemente ha ido más allá de lo normal y te ha transferido sus ensoñaciones, perdiéndose en un bosque hecho de ñoñerías dulzorras.
patri -
Indo... -
No me digas q no se te había ocurrido después de dejar tu dirección de mail aki... aiisssss!
Lore -
Perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona perdona.
¿sabes lo que soy?
Una burrrrrrrra. Con todas las erres del mundo.
Si te olvidas de mi zafiedad, y quieres ser siendo mi quijote-abelardo-romeo, yo te prometo ser tu dulcinea-eloisa-julieta.
Y no daré más coces.
Un beso.
(Platónico, claro)
Eduardo -
Había soñado que la Dulcinea de mis sueños iba a tener para mí algo de esa vitalidad, alegre, tierna, irónica y profundamente femenina que derrocha su blog.
Pero veo que me equivoqué.
No tengo ningún inconveniente en descubrir mi identidad.
Me llamo Eduardo Sánchez González, vivo en Barcelona, tengo 34 años y me gano la vida escribiendo cosas que no me gustan. Mi email es yyomuchomas@hotmail.com.
Ah, y soy muy romántico. A mucha honra.
Pero ni un pelo de cursi.
Lore -
donna -
Indo... -
Lore -
El romanticismo queda muy bien a la hora del culebrón de la tele. O dentro del culebrón de la tele. O en los pocos momentos en que tu vida se convierte en un capítulo más del culebrón de la tele.
Claudio -
Yo siempre he pensado que lo que une a las personas es la atracción física, que pueden más dos tetas que dos carretas, o que, como me dijo ayer mi madre, "Los asuntos de la jodienda no tienen enmienda", que lo que hace girar al mundo no es el amor, como dicen, sino el sexo.
Que lo que da poder no es ganar unas elecciones ni que consigas fusionarte con la empresa que tiene el rol de la competencia. El verdadero poder está en liarte a la tipa (o tipo, a quien le vaya) que mejor folle y más buena (o bueno) esté del planeta.
Lo que pasa es que normalmente no lo digo públicamente, porque se me echan al cuello, sobre todos las mujeres.
Así me va... :)
El caso es que creo que eso del "amor" es un artificio que el hombre le pone a los asuntos de la jodienda, para autoconvencerse de que es "racional" o "mejor" que cualquier otro animal.