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A mí no me mires:

Repeticiones.

repeticiones

        La vida es repetición, pero no tiene que ser monotonía. La monotonía llega cuando no sabemos repetir, cuando no saboreamos el placer de repetir. Estamos locos de novedades, bombardeados por la publicidad de lo nuevo, cuando la verdad es que no hay nada nuevo bajo el sol. Atrévete a repetir sin caer en la rutina. Vuelve a leer aquel libro que te enamoró, vuelve a ver aquella película, vuelve a recuperar aquel paisaje, aquel recuerdo, vuelve a besar los mismos labios, a escuchar las viejas canciones. Saborea el placer del retorno, porque volver es vivir, recordar es caminar, repetir es innovar. 
      Y vuelve todas las noches a buscarme en el lado vacío de tu cama, porque una vez más, volveré a estar allí.

Caricias

caricias

          La caricia es el mayor placer que nos proporciona el sentido del tacto. También es la expresión del cariño, el sentimiento más humano de los seres divinos, y la emoción más divina de los seres humanos. Caricia y cariño comparten sílabas, porque son hijas de la mima raiz, y difícilmente crecerá en nosotros el cariño si no conseguimos mejorar nuestra capacidad de caricias. Acariciamos poco y mal, acaso porque tenemos la excusable limitación de vivir con, por y para los ojos. Si viviéramos como un ciego, aprenderíamos el supremo valor de la caricia, sentiríamos la vida con los dedos, encontraríamos las diferentes cualidades de la materia, la rugosidad, el pulimento, la aspereza, la suavidad. Si no vemos con los dedos no amaremos bien con las manos. Las manos no solamente son garras que agarran, las manos tienen un lenguaje. Si sabemos hablar con las manos, nos será mucho más fácil hablar con el corazón. 

       Al llegar la noche, imagino que nuestros relojes se funden en una misma hora, y nos fundimos tu y yo en una caricia interminable. ¡Cuánto daría en este momento por leer tu rostro, adivinarlo con la punta de mis dedos, y recorrer después con el dorso de mi mano la apasionante curva de tu espalda, dejando en ella escrito un poema de caricias..!

Cuac!

pato

          Se impone la modestia. Ya que no corremos como un leopardo, no nadamos como un tiburón y no volamos si no es dentro de un avión con retraso, creo que el animal que más se nos parece es el pato. Somos patos. Patos mareados o patitos feos, pero patos. Aceptemos nuestra realidad y lancemos un viva el pato, y de paso imitemos su principal virtud. El pato no tiene prisa. La rapidez es una virtud, la prisa es un vicio, el peor que tenemos. La prisa pretende que corramos como un leopardo, que nademos como un tiburón y que volemos como un águila. Pero la vida que es sabia, nos recuerda que somos patos. Los antiguos romanos, que sabían mucho de estas cosas, lo resumieron con un latinajo de dos palabras. Festina lente. O lo que es lo mismo, acelera despacio, apresúrate tranquilo, agiliza con calma. La vida no es una carrera, para qué llegar el primero a la meta si el camino es mucho mejor que la meta. No corramos, que es peor, por más que corramos, los lunes van a ser igual de largos, y los fines de semana igual de cortos. Así que ya sabes, esta noche voy de pato, entre beso y beso, cuac!

Semblanzas.

semblanzas

    Mientras escribo unas semblanzas de gente importante, que a mí no me importa nada, (2000 caracteres, 50 euros, cada una) se me ocurre esta otra tuya, naturalmente, fuera de concurso.      

   Estuvo intentando asesinar la soledad de mil diversas formas, algunas ocurrentes, porque ingenio no le falta a la mocita. Compartió interminables noches de fiesta con divertidas y excelentes amigas y cervezas. Subió a la montaña y se retrató de cara al mar, se rebeló, quiso ser diferente y tuvo amores también diferentes que se rompieron, dicen que por la lejanía, cuando sabido es que la lejanía nunca puede romper un verdadero amor, a las pruebas me remito. Coqueteó con la pintura y amó algunos aspectos del cine. Leyó bien y escuchó música mejor. Escribió, pero no tanto como desea quien la quiere con locura, y un buen día, a saber cómo, dejó lo que estaba haciendo por excesivamente monótono y se puso a soñar. Entonces esta niña de ojos tristes descubrió un mundo diferente, a donde solo dos, tres, no más de cinco privilegiadas pueden acceder y una vez allí, decidió que nada de la vida que podía ver, oler, oir, tocar o gustar podría arrebatarle esa otra sensación, por encima y más allá de los sentidos, que estaba experimentando cada día, que la llevaba hacia una vida más plena y la motivaba a sonreír a la gente sin motivo alguno, porque sus pensamientos navegaban por el mar de los sueños, en compañía de la persona amada. Y miren por donde, esa muchacha que muchos consideraban excesivamente desencantada para ser tan joven, se encontró cara a cara con la señorita felicidad. Las crónicas no cuentan lo que sucedió después. Las crónicas se caracterizan por aguar la fiesta y no ofrecer nunca un final feliz, pero la imaginación presiente que esta niña cambió su triste mirada por otra soñadora, y cuenta la leyenda que cada vez que,  en su habitación de manchas azules, ella cierra los ojos y se entrega en los brazos y en los sueños de su amante, todo el barrio se queda a media luz, los enamorados se besan y bailan al compás de una música fascinante que surge de lo más misterioso de la nada y que algún entendido ha identificado como cositas de la Peyroux.

 

Conjeturas.

conjetura

        Puede ser que esas ideas se atascan, esos besos furtivos desaparecen, porque han sido robados por ladronas de sueños con la misión de ser convertidas en historias de vigilia que se enquistan en el cerebro y dejan sin calma la mirada.
      O porque quise querer sin ver, quise tener la fe de dejar que mi corazón fuera mucho más allá de lo que alcanzan mis labios, mis manos, mis ojos, mi vida.
      O porque a pesar de mis caprichos de niña, tú continúas siendo la quimera, musa, fantasía y locura que me trastorna y me sostiene y me eleva y me hunde y me entusiasma y me deprime, la fuerza interior que me hace invisible para llegar a ti cuando menos te lo esperas, para ofuscarte la mente con caricias que te cierran los ojos, para que todas las muchas cosas que tienes que decir se volatilicen y no se te ocurra otra cosa que no sea yo.
     O porque esa alfombra mágica en la que quieres huir, al final te hace caer justo allí donde tendrían que estar mis brazos, allí donde tendría que estar mi mirada devorando la tuya, a través de un espejo que es el sexo donde ni tú ni yo nos reconocemos, pero desde el cual seguimos buscándonos, con la insensata ilusión de hacer que mi voz borre todas esas razones que no sean las que yo te voy dictando al oído,
     O puede ser que la tarde se pierde y nos pierde, o que mis dedos curiosos penetran en tu mente para extraerte una a una esas palabras por escribir, esas frases por inventar, esas cosas, tantas cosas, demasiadas cosas que decir, o puede ser que el papel en blanco continua repitiéndose a sí mismo el eco de la nada nada nada nada…
     Quien sabe….

Sonata de primavera para violin y piano.

sonata

1. Andante.
Tu cuerpo traspasado me ha dejado mirar los ojos de tu alma
y he plantado una tienda de campaña
en el cálido bosque que florece en el centro de tu corazón.
Has labrado mi piel con semillas de caricias,
para cosechar cerezas de pasión
que tienen la textura exacta de tus besos.


2. Adagio
La lluvia son las lágrimas amargas de un dios fiero cansado de estar solo.
La lluvia quiere arrebatar sonrisas,
raptar retazos de caricias,
apoderarse de los besos conservados en el cofre de la noche.
La lluvia es un infierno que me llama adonde están las sombras de la duda.
Llueve. Cierro los ojos. Te imagino.
Te siento acurrucada en mi querencia, y saco a la ventana el corazón.
Entonces sale el sol y lo broncea.


3. Scherzo.
Mi vida es un espejo cuando lo miras tú.
Tus ojos acarician los momentos felices,
tu regazo enjuga y acuna la honda pena negra
que vuelve con las viejas deudas olvidadas,
tus dedos escriben en mi piel los versos de ternura
que tantas noches he recitado en sueños.
Tus labios culminan felizmente la música incesante
de una pasión que parecía extinguida.
Y el sol de madrugada me regala una sonrisa de complicidad,
deslumbrado ante la luz de este espejo mío que has mirado con amor.

4. Vivace.
La mañana es puerta de alegría cuando estás tú.
El sol es un prodigio de ilusiones cuando estás tú.
Estás tan cerca que te siento en la piel de mi sonrisa
y sólo entonces comprendo el deber de ser felices
porque estás tú.

De mi exclusivo Rubén Darío.

lo

Lorenita está triste, ¿qué tendrá Lorenita?
Los suspiros se escapan de su boca bonita,
que ha perdido la risa, que ha perdido el humor.
Lorenita esta presa de la melancolía,
ya no escribe sus textos con traviesa ironía,
y se enfada conmigo, que soy todo un señor.

Internet es el coto de los pavos reales,
donde escriben los fatuos necedades banales,
y orgulloso en su trono, reina y manda el bufón.
Lorenita no ríe, Lorenita no siente,
Lorenita ha dejado de contar lo que miente,
se le fué de repente su atractiva pasión.

¿Piensa acaso en aquella sonrisa saltarina,
que le daba sin tregua su amante clandestina,
con caricias aladas, rebosantes de luz?
¿O en el placer sin freno, de pasiones fragantes,
que gozó sin medida con sus acompañantes,
esas tres muñequitas de su viaje andaluz?

¡Ay la pobre Lorena de la boca de rosa!
Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras y, en cada atardecer,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
invadir el nirvana de una luz sin desmayo
y transformarse en brisa, en abrazo y placer

Ya no quiere el palacio que soñaba de plata,
ni la gloria alocada de una vida insensata,
con caricias desnudas a la vera del mar.
Están tristes sus ojos recordando imposibles,
no sirven sus quimeras, ya no son infalibles
sus remedios caseros para amar y olvidar

¡Pobrecita Lorena de los ojos celestes!
Está presa en las cumbres de peñascos agrestes,
donde guarda celosa su fiel intimidad,
ese rincón oculto adonde nadie llega
donde sola se afirma, se soporta y se niega,
donde no hay fantasías y no hay más que verdad.

Necesita sin falta una palabra cálida,
(Lorenita está triste. Lorenita está pálida.)
un cariño cercano, una pasión real,
ese amor cotidiano que es vulgar y que existe,
(Lorenita está pálida. Lorenita está triste.)
que la rapte hacia el cielo de una vida normal

«Calla, calla, insensato, me responde Lorena,
déjame con mi reino, déjame con mi pena,
buscando la utopía desde un sueño de amor.
Has roto en mil pedazos mi ilusión y mi suerte,
y por dejarme en brazos de la noche y la muerte,
me he enfadado contigo, aunque seas un señor”.

Pandora enamorada.

pandora

La diosa Imaginación
una caja nos regala,
y nuestro amor allí se instala.
Pero luego, el corazón,
con su insaciable pasión,
quiere abrir la caja un día.
Se olvida de la utopía,
por ansiar la realidad,
y lo que encuentra, en verdad, 
es una caja vacía.

Epidérmica.

piel1 

 Habla Cortázar. Te lo transcribo y te lo suscribo.

"Cada memoria enamorada guarda el perfume que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil, creo que siempre estuvo entendido que sólo nos daríamos el placer. De ti tengo más que eso, pero en el recuerdo me vuelves desnuda y volcada, nuestro planeta más preciso fue esa cama donde lentas, imperiosas geografías iban naciendo de nuestros viajes.  Yo aprendía contigo lenguajes paralelos: el de esa geometría de tu cuerpo que me llenaba la boca y las manos de teoremas temblorosos, el de tu hablar diferente, y nada creía que pudiera apenarte en esa maraña de caricias, lenta danza en que el uno pesaba sobre el otro. Entonces aprendí que la pena en tu boca era otro nombre del pudor y la vergüenza, y que no te decidías a mi nueva sed que ya tanto habías saciado, con esa manera de esconder los ojos, de apoyar el mentón en la garganta para no dejarme en la boca más que el negro nido de tu pelo. Más tarde comprendiste y no hubo pena, me cediste la ciudad de tu más profunda piel desde tanto horizonte diferente. Cierro los ojos y aspiro en el pasado ese perfume de tu carne más secreta, quisiera no abrirlos a este ahora y todavía creo estar viviéndolo".

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Habla Valéry: Te lo transcribo y lo suscribo:

No hay nada más profundo que la piel. 

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L'autre bout du monde.

loizeau

On dit qu'il y fait toujours beau
C'est là que migrent les oiseaux
On dit ça
De l'autre bout du monde

J'avance seule dans le brouillard
C'est décidé ça y est, je pars
Je m'en vais
À l'autre bout du monde

J'arrive sur les berges d'une rivière
Une voix m'appelle puis se perd
C'est ta voix
À l'autre bout du monde

Ta voix qui me dit mon trésor
Tout ce temps, je n'étais pas mort
Je vivais
À l'autre bout du monde

Sur la rivière il pleut de l'or
Entre mes bras je serre ton corps
Tu es là
À l'autre bout du monde

Je te rejoins quand je m'endors
Mais je veux te revoir encore
Où est il
L'autre bout du monde ?

Desde la otra punta de mi mundo me cantas
y yo te oigo desde la otra punta de tu mundo.
Este es nuestro sino,
ocupamos los extremos de cada una de nosotras.
¡Cómo será de grande tu ternura que me llega hasta aquí!
Todas las noches, el deseo se escapa de mi cuerpo,
para refugiarse en la otra punta del mundo,
justo en el lado vacío de tu cama.

Es mentira (Sabina tres)

desengano

Es mentira decir que no te quiera,
es mentira añadir que no es verdad,
es mentira jugar a ser sincera,
mintiendo una vez más.

Es mentira frenar las emociones,
es mentira jugar a ser feliz,
es mentira cantar viejas canciones
y no pensar en tí.

Te miento que... es mentira que fui reina del mambo,
es mentira que no lo vuelva a ser,
es mentira decir que estoy soñando
por no poderte ver.

Te juro que... es mentira pensar que esto es un juego
es mentira afirmar que es ilusión,
es mentira querer jugar con fuego,
jugar con la pasión.

Para verdades las de la falsedad,
engaña en todo pero todo es verdad.
Yo solo te mentí
para que pienses en mí.

Mas mentirosas que las del corazón,
son las verdades de la diosa razón,
yo sólo te mentí para descubrir
que nada hay más sincero que mentir..

Es mentira que no quiera testigos,
es mentira que no tenga perdón,
es mentira poder estar contigo
en otra dimensión.

Es mentira que nunca te he mentido,
ya sabes que mentí por no llorar,
es mentira este miedo a estar perdido,
sin poderte soñar.

Es mentira dejar de amarte un día,
es mentira inventarte por amor,
es mentira vivir esta alegría
y negar tu calor.

Repito que.... es mentira el cristal con que me miras,
si no me has visto y nunca me verás,
mejor sueña que todas mis mentiras
son sólo verdad.

Para verdades las de la falsedad,
engaña en todo pero todo es verdad.
Yo solo te mentí
para que pienses en mí.

Mas mentirosas que las del corazón,
son las verdades de la diosa razón,
yo sólo te mentí para descubrir
que nada hay más sincero que mentir.
Mejor que yo te mienta una vez más.

Mira la noche de mi corazón,
lleva las marcas que dejó tu pasión,
yo me curo en salud
y mi engaño es mi virtud.
Los sueños dicen la verdad de mi amor;
miénteme siempre, miénteme, por favor;
yo sólo pretendí
quererte siempre así.
Pídele cuentas a la falsa verdad
que no te quiere y no tiene lealtad;
yo sólo te conté
la historia que no se ve.
Mejor que nunca sepas mi verdad,
sabes de sobra que te hará llorar;
mi crimen fue mentir
por mí, y también por ti.

Devoramiento.

devoramiento

  Serdevoradaporlapesadillademisansiassesuperponenlasimágenesenuncaleidoscopio
dondeelsexohacelasvecesdehogarydehogueraentraraformarpartedetusangredetus
detuscélulasdetusexodetuhambremeexcitaferozmenteyahorasoloquieroelalimento detucuerpoydetuespíritudevóramesucciónameabsórbemequevivaagoniceentiy muerasinestarsolaporqueestoyenti.

Ojo que no ve.

tuerta

          ¿Conoces el refrán: "Si tienes un amigo tuerto, míralo de perfil"? Pues ya puedes mirarme así. Me levanté con dolor en un ojo, como si tuviera algo dentro, al cabo de una hora fui a urgencias y me detectaron una sequedad en la córnea que me había producido una pequeña herida. Me pusieron una pomada y un parche en el ojo y ahora hay que esperar si se cura en unos días o es algo más serio. Dicen que el 29 de febrero da mala suerte. Pues eso. A mí, seguro que me ha dado, lo comencé con el piso inundado y lo terminé tuerta. Paciencia.
        Cuando ves la mitad de lo que veías, te das cuenta de que vives para ver. Soy una cobarde integral, tengo miedo hasta de mi sombra, y prefiero sumergirme en la depresión más negra, antes que tirar por la calle del medio y, de paso, tirarme desde un décimo piso. Pero estoy segura de que si un día,  no lo permitan mis queridas diosas, me quedo sin ojos o sin capacidad para imaginar, no tendría el más mínimo inconveniente que hacer mutis por el foro, seleccionar en el ipod el Adiós a la Vida, de Madame Butterfly, y cerrar la barraca. Pero felizmente, tan sólo estoy tuerta, y por unos días, creo. No tendría sentido medio suicidarme, así que paso de ver cosas, gente, libros o películas, porque me da dolor de cabeza este mal rollo de ver con solo un ojo y utilizo la otra mirada, la de la imaginación.  
        Mira por donde, siempre que navego en el barco de mi fantasía, acabo naufragando en tu playa. ¿Qué me has dado? Ulises cruzó el mar de las sirenas, que se cobraban barcos y tripulantes,  y se amarró al palo mayor para resistir sus encantos. ¿Dónde está mi palo mayor, para que no tenga que depender de ti de esta forma? La vida me obliga a volver a la época de los amores idealistas, cuando Cyrano de Bergerac, feo, viejo, y poco atractivo, pero brillante, inteligente y escritor genial, le dictaba hermosas palabras de amor a un bello cuerpo juvenil, romo de inteligencia, para que la dama de sus sueños permaneciera en éxtasis amatorio, al creer que un joven apuesto era el propietario de aquellas cautivadoras palabras, de aquellos increíbles sentimientos, de aquellas fascinantes emociones. Si la vida, trilera y jodida vida, quiere eso de mí, lo acepto. Si los hados, o mis diosas, o mi azar quiere que el cuerpo hermoso que imaginas, hable por lo que escribo, bienvenido sea. Sólo tengo un ojo, pero sigo viéndo cómo esperas mi carta de amor de cada noche, hoy más desesperada que otras veces, más cansada tal vez, pero nunca triste, porque te tengo. Y aunque mañana no sea así, nadie me quitará el recuerdo de este amor. Nadie. Ni siquiera tú.

29 de febrero.

huelga

        De morros me tiene el día de hoy, y no por el empeño de mi grifería en convertir mi piso en una sucursal de Venecia, sino por tener la sensación de que me están timando. Porque bien mirado, en buena lógica proletaria, que es la única lógica decente, este día añadido que el hermano sol nos ha colocado encima de la mesa, es un bonito regalo, sí, pero no para los trabajadores que trabajamos un día más y cobramos lo mismo, sino para los explotadores que se meten en el bolsillo tan ricamente el plus de producción que hemos hecho en este día extra. Mientras no se dicte una ley que instituya cada 29 de febrero como día festivo a todos los efectos, todos los que vendemos nuestro tiempo, a cambio de un poco de dinero, estamos haciendo el primo, nos están estafando miserablemente, se están llevando el fruto de nuestro trabajo, y ni siquiera nos dan las gracias. Por lo tanto, esta es mi propuesta: El 29 de Febrero, si no hay fiesta,  ¡Huelga General!
       Con lo bien que hubiese estado hoy yo todo el santo día en la cama, acariciándote por aquí y por allá, haciéndote cosquillas, dándote mordisquitos en las orejas, bueno, no sigo, porque me subo por las paredes.

¡Explotadores de bisiestos, devolvedme el día que me habéis robado!

 

 

Si te atornillan, destorníllate.

destornillador

                    En medio de una inflación de trabajo que amenazaba con ponerme al borde de un ataque de nervios y robarme de mala manera la sonrisa, he sabido reaccionar a tiempo y fervorosamente he aplicado las cinco reglas básicas que para estos momentos tan neuróticos, aprendí de mi tio Julio, catedrático de pasotismo ilustrado por la Universidad de Noteenteras Contreras. A saber:
  1. Agarrar el trabajo más urgente y mandarlo a paseo o hacer un corta y pega con los mil y un recursos que tienes en el ordenador que para eso eres una profesional como la copa de un pino.
  2. Preparar un cóctel largo, suave pero contundente, por ejemplo, el que inventaron los mineros rusos para llevar mejor lo suyo, el screwdriver, o destornillador, una parte de vodka y dos de zumo de naranja.
  3. Mantener la sonrisa evocando momentos plenos de felicidad, a ser posible, compartida.
  4. En vez de acabar los trabajos urgentes, dedicar un tiempo a hacer algo perfectamente prescindible.
  5. Una vez terminado el momento de stress, y cuando hayan surgido los efectos de la bebida, continuar con los deberes pendientes, pero sin agobios, porque para terminarlos hay más días que longanizas.

       Eso es precisamente lo que he hecho, y para que quede constancia, escribi, como labor perfectamente prescindible, la siguiente décima o espinela, sobre las ventajas de vivir al día, mientras saboreaba mi destornillador, y una vez bien bien destornillada te iba acariciando mentalmente una parte de tu cuerpo desnudo que, por pudor, no pienso detallar aquí.

No te preocupes en vano,
deja de planificar,
no por mucho madrugar,
amanece más temprano.
A gozar, que eso es lo sano
y a vivir alegremente
que son tres días solamente,
el primero estás de baja,
el otro no se trabaja,
y en el del medio haces puente.

 

 

Va, pensiero.

vapensiero

       Va, pensiero es el famoso coro del tercer acto de la opera Nabucco de Giuseppe Verdi y se convirtió en un himno para los patriotas italianos que en su lucha por la libertad, se identificaron con el pueblo hebreo. Está inspirada en el salmo 137.


EBREI
Va, pensiero, sull'ali dorate;
va, ti posa sui clivi, sui colli,
ove olezzano tepide e molli
l'aure dolci del suolo natal!
Del Giordano le rive saluta,
di Sionne le torri atterrate...
Oh mia patria sì bella e perduta!
Oh membranza sì cara e fatal!
Arpa d'or dei fatidici vati,
perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi,
ci favella del tempo che fu!
O simile di Sòlima ai fati traggi
un suono di crudo lamento,
o t'ispiri il Signore un concento
che ne infonda al patire virtù.

HEBREOS
¡Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión! ¡
Oh, mi patria, tan bella y abandonada!
¡Oh recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates,
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento
al destino de Jerusalén
o que te inspire el Señor una melodía
que infunda virtud al padecimiento.
  Escuchando Nabucco, mientras escribo necedades para otros, mi pensamiento no está quieto. Como cada noche, vuela con sus alas doradas para posarse en las praderas y en las cimas de tu cuerpo, donde exhala su suave fragancia el aire dulce de esa tierra natal que es el refugio de nuestro sueños. Cierro los ojos, me olvido de todo y de todos, y mecida por la musica de Verdi, reconozco que no tengo otra raiz que mi cariño, otro himno que mis palabras, ni otra bandera que la fantasía de soñarte.

Mi patria eres tú.

In girum imus nocte et consumimur igni.

imus

        Hubo una época en que salía todas las noches. Era un impulso irrefrenable. Conocí a mucha gente, fumé, bebí, me aburrí, canté, bailé, me metí de todo y amé lo que se me puso por delante. Me lo pedía el cuerpo, si no salía, no vivía. Una noche encontré en la espalda de una novia ocasional un tatuaje con una frase en latín. Me llamó mucho la atención y aquella chica, al día siguiente me envío por email una foto. No era la primera vez que lo hacía pues ligaba mucho de esta forma. A mí, más que su espalda, me llamó la atención la frase. Es un antiguo palíndromo, frase capicúa que puede leerse igual al derecho y al revés. Los romanos la acuñaron como acertijo para definir a la antorcha. Damos vueltas en la noche para ser consumidas por el fuego. Pues sí, por entonces eso era yo, una mujer antorcha. Y salía todas las noches a dar vueltas y vueltas por la ciudad, no buscaba, como otras, un príncipe azul que me salvara del dragón, buscaba directamente al dragón, para ser devorada por el fuego de su boca. Como diría otra que se supo quemar a conciencia, Marguerite Duras: "No sabemos a donde vamos, pero no por eso dejaremos de ir". Sin embargo, lo que me llegó después de aquel tiempo desaforado no fue un incendio, sino todo lo contrario. La mujer antorcha se convirtió en una mujer témpano. Y después de mis mil y una noches en busca del fuego, solamente me quedó un amargo sabor de boca y la aterradora travesía por el desierto de la soledad. Entonces lamenté no haber saboreado sin ansia y sin prisa, aquella espalda tatuada. De haberlo hecho, tal vez hubiese aprendido lo que ahora ya sé, que el único fuego que puede renacer de sus propias cenizas no es el de la pasión sin freno, sino el de la ternura compartida, y que para ser consumidas por su fuego no hace falta salir fuera, sino internarme por esa otra noche de blanco satén que es tu cuerpo soñado. Y así voy inevitablemente, noche tras noche, dando vueltas y más vueltas alrededor de tu piel, para ser devorada por el fuego de tu cariño.

 

Exorcismo.

escribir

           Escribo para salir de esta, porque si no me llevan los demonios. Escribo porque escribiendo me reconcilio con mi miedo. Escribo porque cada párrafo decente que me sale, me quita arrugas en el alma. Escribo porque me siento guapa. Escribo porque me gustaría tener un orgasmo escribiendo, sería lo más de lo más de lo más. Escribo porque me siento menos sola de lo que están todos los que no tienen la suerte de escribir. Escribo para dudar y dudo para seguir escribiendo. Escribo para conjurar los ocultos terrores, los malos espíritus de la depresión, el hastío, la mezquindad, el odio y la tristeza. Escribo porque si no escribo escribirían mi coño, mis tetas y mi culo. Escribo porque quiero y porque puedo y si hubiese tenido la desgracia de no poder y no querer, también escribiría. Escribo porque no hay otra terapia igual, ni otra gloria igual, ni otro alimento igual, ni otra copa igual, ni otra droga igual. Escribo porque nunca he sido más feliz que cuando estaba borrachita de escribir. Ah sí, claro, y escribo, como no, porque te conocí y escribiéndote así, te quiero cada día un poco más aún todavía si cabe incluso que ya es decir...

Gracias, Irlanda.

guinnes

        Sentirme novia de la reina del mambo. Hacerle un corte de mangas al mundo y sus puñetas. Soñar caricias, imaginar besos, recordar con nostalgia aquellos polvos que hicieron estos lodos. Pensar con serio fundamento que nuestra única misión en la vida es rascarnos el ombligo. Permitir que mi sombra se ría de lo mal que estoy. Dejar que los nombres sonoros, los adjetivos osados, los verbos con retranca, las conjunciones insólitas, las interjecciones intrépidas, las admiraciones ocultas, y sobre todo la interrogación, (la fascinante interrogación, la que provoca las maravillosas dudas y los seductores terrores) me vayan haciendo el amor lentamente, mientras se me pone la misma cara que tendría una novicia cuando le viene el orgasmo que le ha provocado su Madre Superiora.
     Y pedir otra.
     (Algunos de los efectos colaterales que produce un buen pedal de Guinnes)

Rubor.

rubor

         Te ofrezco la novedad de lo previsible y la sorpresa de lo obvio. Con una caricia te sabes de memoria mi corazón y uno sólo de tus besos es capaz de desvelar todos mis secretos. ¿Para que escribirte lo que ya conoces? Te lo vuelven a decir una y otra vez mis ojos, mi sonrisa, la disponibilidad de mi cuerpo, mi oculta determinación de sufrir para gozar, de someterme para dominar, de mancharme para purificarme, de sumergirme en el fango, para volar mejor hasta la cúspide. En medio del fragor de la batalla, cuando el sexo se convierte en una pasión caníbal, una mirada tuya me devuelve  la inocencia de una fantasía, donde la ternura de los recuerdos supera al placer del más intenso orgasmo. Soy ángel y demonio, diosa y prostituta, y cada noche,  me convierto en tu dulce furia, tu cariño febril, tu sensata locura, tu libro abierto, tu canción de siempre, tu mar navegado, tu lección aprendida, tu horizonte cercano,  y vuelvo a repetirme entre contradicciones y a contradecirme entre repeticiones, en una desbordante orgía de palabras, para acentuar el rubor de tu silencio.