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A mí no me mires:

Yo

Dos singularidades de Oviedo

Dos singularidades de Oviedo Oviedo es la primera ciudad del mundo (que yo sepa)
que tiene un monumento a Woody Allen.

(Oviedo le erigió esta estatua en agradecimiento al piropo que Allen hizo de la ciudad cuando recibió el premio Príncipe de Asturias. Vino a decir que Oviedo parecía sacado de un cuento de hadas, porque estaba llena de encanto y además tenía hasta príncipe).
Si yo fuera alcaldesa de Nueva York se me caería la cara de vergüenza.

Oviedo es la primera ciudad del mundo (que yo sepa)
que tiene un monumento al culo.

(La obra se titula Culis Monumentalibus y es de Eduardo Urculo que así hizo honor a su apellido. Se trata de dos culos femeninos pegados, de forma que la escultura tiene culo por un lado y culo por otro. )
Si yo fuera alcaldesa de Sodoma, pues también.

Cesar Borgia
y el caballo de Espartero.

Me recoge Julio en un Megane recién alquilado, un coche muy pret a porter, que nos llevará donde queramos, sin molestias ni apreturas.
Llegando a Zaragoza paramos a tomar café. Todavía no sé cual es el plan, si vamos a descender a los madriles o ascender a los bilbaos. Se lo digo a Julio y me castiga a pagar el desayuno por falta de imaginación.
Paramos en Logroño (no quiero rimas) y en una tienda de vinos regentada por dos hermanos, que te tratan como si te conociesen de toda la vida, Julio compra una bota y la llena de clarete de Cordovín, un pueblo riojano especialista en elaborar un rosado muy quedón. Coloca la bota en la nevera del coche y nos damos un paseo por la calle del Laurel, donde tomamos, como aperitivo, un impresionante pincho de tortilla con salsa de tomate picante. Vale la pena venir hasta aquí para probar esta delicia.
En la plaza del Espolón saco unas fotos de la estatua ecuestre del general Espartero. Tenía curiosidad por verle los atributos al caballo y comprobar si es verdad lo que se suele decir de ellos. Y la verdad es que sí, los tiene bien puestos, aunque yo me lo imaginaba más grandes.




Es en este momento cuando Julio comienza su clase de historia, pero en vez de las batallitas del Espartero, me cuenta cómo también los tenía bien puestos Cesar Borgia, el que fue hijo de un Papa, amante de su hermana, conquistador sexual, colosal guerrero y sutil gobernante, que al final, cuando murió su padre, tuvo que huir de Roma y se puso al servicio del Rey de Navarra, donde murió valerosamente en una batalla. Cesar Borgia, está enterrado al lado de la puerta principal de la catedral de Viana, un pueblo histórico navarro, situado a 5 kilómetros de Logroño. Mientras me cuenta todo esto, hemos llegado a la plaza de la iglesia.



-¿Hemos venido a ver el sepulcro del Borgia picha brava?
-No sólo a eso. Después de honrar a los muertos, vamos a saciar a los vivos.

Y entonces Julio me lleva de la manita a un restaurante llamado Borgia, de solo seis mesas, y un servicio personal y atentísimo, donde saboreamos una de las comidas más suculentas, imaginativas y apacibles que he tenido el placer de disfrutar en los últimos años.
¡Que cabrito! ¡Qué bien que me conoce!
Acabo la comida con un colocón guapo dispuesta a cantar: Asturias, patria querida.
Julio me acomloda en el coche y me responde: No cantes, duerme.
Me pego una siesta de las que hacen época. Y cuando abro el ojo, resulta que sí, estamos en Asturias.
Pero lo de Oviedo merece capítulo aparte.

Mi diosa nunca me falla.

Mi diosa nunca me falla. Resignada estaba ya a tener unas vacaciones en casa de mi tía,
viviendo de su presupuesto y viajando por el ancho mundo gracias a mi imaginación,
cuando los dioses se apiadaron de mí,
supongo que por la intervención de mi diosa madrina,
Artemisa,
(Diana para los romanos)
hermana gemela de Apolo,
diosa virgen, (a fuer de lesbiana)
que cuida de mis encuentros y mis desencuentros,
y procura que en mi balance personal
los placeres superen a las penas.

Pues bien. Me llama Julio.
Es el tío que siempre quise tener,
y casi llegó a ser verdad, porque hace mucho tiempo tuvo un asuntillo con mi tía.
Años más tarde estuve a punto de convertirme en su cuñada,
porque en una etapa en que mi hermana Carlota se soltó el pelo,
estuvieron muy enrollados.
Y ahora, a su edad, a saber cuantos ya, todavía continúa haciendo estragos.
-Lorena, ¿qué haces?
-Me coges ante una duda metafísica, no sé si leer una novela mientras me tomo un tinto de verano, o tomarme un tinto de verano mientras leo una novela. ¿Y tú qué, también de vacaciones?
-Lo tenía todo preparado para salir con Rosa. Pero después de dos broncas, tres reconciliaciones, y cuatro escenas de celos, hemos decidido dejarlo por un tiempo muy, muy, muy largo. Y aquí me tienes, con todo preparado para salir, pero con una pereza enorme porque no quiero viajar solo.
-Julio, te haces mayor. Es la primera vez que te oigo decir eso. Antes salías solo, y enseguida estabas muy bien acompañado.
-No es cuestión de edad, es cuestión de pereza. Se me hace cada vez más cuesta arriba iniciar todo el rito de la conquista. ¿Y tú, no te ibas a ir de viaje con tu última novia?
-Eso pretendía, pero ha dejado en trabajo, le han contratado en otro sitio, y como es natural, se ha tenido que comer las vacaciones.
-Se me ocurre una idea. ¿Por qué te vienes conmigo?
-Para el carro. ¿Qué pretendes, Julio?
-Nada. No te tocaré ni un pelo, ni siquiera aunque tú me lo pidas.
-Si te lo pido, estaría borracha.
-Es que si vienes, lo estará más de una noche.


Como yo tengo una fuerza de voluntad envidiable,
cedí a la tentación sin más insistencia.
A estas alturas de la noche, acabo de hacer la maleta, y me voy a meter en la cama, porque mañana, con las primeras luces del día, me recoge mi querido Julio,
para una aventura, donde va a haber de todo, menos sexo.
Eso, seguro.
¿Seguro?
Seguro.
¡?
Bueno, vosotros mismos lo vereis, porque me llevo el portátil para contar aquí, lo que se pueda contar, de unas vacaciones que me han venido lloviditas del cielo.

Gracias, Artemisa.

Mi hermana, la seria.

Mi hermana, la seria. Le digo a mi hermana Carlota:
"Sonríe, que va una foto",
y la tía me saca esta cara.
No tiene motivos,
porque delante de ella tiene todo el Mediterráneo,
y detrás, tiene (por este orden)
-un pedazo de chalet que se acaba de comprar en la Costa Dorada,
-un mazda descapoteibol para ella solita,
-una cuenta corriente con tendencia a engordar,
-y un marido que se encarga de que no le falte de nada.
Con todo y con eso,
ella siempre anda por la vida con la preocupación a cuestas.
Como muy bien dice la tía Bárbara,
"Cada uno es cada uno y tiene sus cadaunadas"
Estamos las del vaso medio lleno que cantamos lo del Serrat,
"Hoy puede ser un gran día..."
Y luego está mi hermana, la del vaso medio vacío, que apostilla:
"Sí, hasta que venga un cabroncete y nos lo joda".

Bien pensado, igual tiene ella razón,
y yo soy la que se columpia.

Nueve canciones,
un revolcón imprevisto
y una rotunda decepción

Nueve canciones, <br>un revolcón imprevisto<br> y una rotunda decepción En compañía de un amigo mío de toda la vida y en su fabuloso Home Cinema, veo 9 song, la extraordinaria película de Michael Winterbottom que refleja un erotismo intenso, explícito y espontáneo.
Me encanta la protagonista, Margo Stilley. Un cuerpo joven, de líneas adolescentes y un tanto andróginas. Me apasiona su forma de besar, arrastrando sus labios por la piel de su amante.
Tanto me seduce el cuerpo de la Stilley, que noto que me sube la libido y no lo puedo disimular. Entonces, mi viejo amigo me rodea con sus brazos y nos dejamos llevar por la sensualidad que desprende la película.
No tardamos en tendernos en el sofá y mientras él continúa con sus caricias, cada vez más intensas, compruebo, no sin asombro, que lo estoy devorando como una loba.
Al día siguiente, reflexionando sobre esta recaída, veo que no me preocupa que me haya hecho hetero en una noche loca. Nadie es perfecta, y yo, menos.
Lo que me inquieta es la transformación de mi amigo a quien, en mi ingenuidad, consideraba que estaba interesado por mis cualidades humanas más elevadas.
Cuando me encontraba con él, procuraba desplegar la conversación más brillante, la ironía más divertida, la sonrisa más simpática, hasta que la realidad, una vez más, vuelve a darme un baño de decepción y descubro que lo que más le gusta a mi viejo amigo de mí, es precisamente,
la rotundidad de mi culo.

¡Hombres..!

Mi amigo gay.

<center>Mi amigo gay. César es mi amigo gay.
Un tesoro.
Por ser César y por ser gay.
Para nosotras, las lesbianas, un amigo así, no sólo es una excelente coartada para quedar bien en según qué sitios, y despistar al personal en según qué ambientes, es también el camuflaje perfecto, el cómplice de más de un plan de ataque, el confidente para todo momento y propósito, un amigo con quien poder compartirlo todo, sin que ninguno de los dos nos apropiemos de nada personal e intransferible. Respetamos nuestros terrenos de caza, nos comunicamos, nos queremos, y como tanto él como yo albergamos una pizca de morbosa bisexualidad, de vez en cuando, hasta nos permitimos algún que otro achuchón, algún beso apasionadamente loco, alguna caricia cercana al precipicio de la lujuria...y hasta aquí hemos llegado, porque ir a más, sería romper el exquisito jarrón de porcelana china, que forma nuestra unión casi perfecta.

César tenía un novio con empanada.
Ni salía ni se quedaba en el armario,
estaba instalado en el umbral,
por culpa de una pijirubia tontita de sonrisa lacia,
que solo quería casarse, casarse y casarse.
Para más inri, César fué testigo de esa boda sin sentido.
Y yo me convertí en su pareja de hecho,
para no dejarle solo ante el peligro
y para que no se derrumbara en mitad de la ceremonia,
al ver cómo el amor de su vida
se estaba malcasando con una tipa
que de su marido sabía lo que yo de las oropéndolas del Orinoco
(en el caso de que existan)
Luego en el banquete,
dejamos que la procesión fuera por dentro,
y montamos la mundial.
Nos pegamos el lote descaradamente,
nos metimos mano sin pausa ni respiro,
ante el escándalo de unos, y la envidia de otros,
mientras el novio no sabía qué hacer con la novia
y lanzaba a César miradas de celos asesinos.
Nos largamos a las tantas,
y después de una llantina,
dos cajas de kleenex
y una botella de Absolut,
lo metí en mi cama,
lo arropé como una mami,
y al día siguiente César comprobó con satisfacción
que se había quitado un inmenso peso de encima
y que de ese novio erróneo sólo le quedaba
una colosal resaca.

Ja!
Los amigos están para eso.

OFERTA DE TRABAJO.
( Soy muy buena en ésto)

<center>OFERTA DE TRABAJO. <br>( Soy muy buena en ésto) Lorena Costantini,
soltera, lesbiana en ratos libres,
de 3... años de edad,
con aficiones diversas
y algún que otro trabajillo basura
se ofrece a
políticos, artistas, novelistas, diputados, oradores sacros, abogados, poetas, ingenieros, conferenciantes, diputados, comisionistas, arquitectos, profesores, publicitarios, gobernantes, financieros, concejales, líderes religiosos, inventores, cocineros, detectives privados, guionistas de cine, radio y televisión, y a todo aquel que lo necesite…
para trabajar como

Fulltime o a horas convenidas.
Sueldo: Fijo, más incentivos por resultados.

Experiencia profesional.
Licenciatura en Mayéutica Inspiratoria
por la Universidad de Alsacia/Lorena.
Master en Numen y en Estro
en la Escuela Superior de Musas Musicales de Porompompón.
Diploma en Inspiración Creativa
del Musas Theather by Calderon of Ship.
Primer premio al Mejor Uniforme de Musa,
en el Talía Carnival of Brisbane Upon Tynetyne.

PUBLICACIONES.

La Musa personal, el otro Angel de la guarda.
(Editorial Alfaguarra, 2003)
La soledad del creador de fondo.
(Ediciones Anogramo, 2004)
Inspiración a domicilio y otras nuevas profesiones.
(Editorial Planita, 2004)

Mi único amor masculino.

Mi único amor masculino. Me gusta meterme en la cama desnuda.
Cuando era pequeña, mi tía Bárbara, me trajo de Oslo un carísimo edredón noruego de autentico plumón de pato recién nacido, ligero, delicado, de poco peso y mucho abrigo.
Y me recomendó que para apreciar plenamente sus cualidades, tenía que sentir su tacto directamente en mi piel.
Desde entonces este edredón es mi seguro amante de cada noche, que solamente comparto con grandes amores y excelentes amigas.
Pocas delicias pueden igualar su suavidad, liviana y a la vez sensual, dócil y sugerente, que se adapta a cada pliegue de mi piel, y que le da el justo calor que ella necesita.
¡Cuantas veces, en noches desapacibles, me he escondido dentro de él, como si fuese una especie de utero materno, cálido y acogedor, o la cueva de los milagros, donde conseguir que todo lo malo desapareciese de mi alrededor, gracias al poder de mi deseo!
¡Y cuantas veces lo he hecho en compañía de alguna mujer muy amada, dejando mezclar nuestros sudores, en una nueva y apasionada fraternidad, mucho más firme y perenne que la del orgasmo!
Cuando llega el buen tiempo, acaricio mi edredón, le doy un beso de despedida y lo guardo en espera de los fríos que tanto me hacen amarlo.
Pero todas estas noches sigo pensando en él, y en lo mucho que añoro las maravillosas caricias invernales de mi único amor masculino.

La alegre divorciada.

La alegre divorciada. Pues no le veo la gracia a eso de casarse.
Nunca se la he visto, y no se la voy a ver ahora,
por mucho talante que le eche el Zapatero del Gobierno.
Vamos a ver si me aclaro,
que no quiero que ninguno me confunda
con una pijichurri fachipepera con bolsito de Loewe.
Lo que me parece mejor de todo esto,
(aparte del berrinche que está agarrando el clero,
que eso siempre gusta)
es que se haya suprimido la prohibición.
Toda prohibición es radicalmente mala,
esencialmente perversa.
Por lo menos, para mí.
A mi prohiben una cosa y entonces es que no puedo contener,
me entran unas tentaciones tremendas
de comer la manzana prohibida.
Y al final me la como, aunque me provoque una indigestión.
Es mi indigestión y no la del puto gobierno paternalista
que me toca los ovarios con sus consejitos y sus prohibiciones.
(Estoy por volver a fumar, con el trabajo que me costó dejarlo)
Sin embargo lo que me pone de verdad,
lo que me resulta tremendamente fascinante y tentador,
lo que me da un gustazo loco, loco, loco, es el divorcio.
Si quisiera mi novia, me casaba con ella ahora mismo.
Pero eso sí, con el objetivo de divorciarnos enseguida.
Nos casamos en un despacho y, sin salir del ayuntamiento,
vamos a otro despacho y nos divorciamos.
(Porque ahora por fin, ya era hora, también, ya era hora,
puede uno y una divorciarse en un aquí-te-pillo-aquí-te-dejo)
Sería un puntito convertirme en la primera lesbiana divorciada
de este país nuestro tan garbancero, machista y gazpachero, sí.

Va de pedir perdón.
(Se me fué la olla)

Va de pedir perdón. <br> (Se me fué la olla) Tiene razón más de uno.
Y más de dos.
Me he convertido en una plasta.
Pero entendedme,
estoy enamorada como una colegiala.
(A mis años, tropezando por enésima vez en la misma piedra)
Y la culpa no es de ella, pobrecita mía, que es todo dulzura,
(Cosita linda, ojitos tiernos, maravilla de placer)
sino totalmente mía,
que soy una viciosa,
una drogadicta sentimental,
y continúo confundiendo todos los planos.
Y cuando me pongo romántica, me pongo trascendente
Y cuando me pongo transcendente, me pongo filosófa
Y cuando me pongo filósofa, me pongo insoporteibol.
Voy a hacer un esfuerzo para ser la que era.
(sin interrogaciones ni puñetas)
Trabajo costará.
Porque cuando ella me mira,
(y no veas cuando me besa)
se me pone una cara
que parezco San Cucufato con faldas.
Perdón a todos mi chicos,
que tanto me querían y tanto me seguían
y que con tan poca delicadeza olvidé.
(Toni, Daw, David, Art, bonitos míos,
ahora ya conocéis
la parte desastrosa e impresentable de vuestra Lore)

Credo.

<center> Credo.</center>
Te llamas amor, pero te dicen utopía,
y porque tú eres mi auténtica revolución
y me guías con una espiral inacabable de besos,
quiero que todos sepan que tengo una nueva fe.
Este es mi credo:

"Creo que hay que ser realistas y pedir lo imposible.
Creo en la realidad de mis deseos
y por lo tanto, tomo mis deseos por realidades.
Creo que la mejor respuesta es la pregunta.
Creo que hay que correr porque el mundo caduco nos pisa los talones,
que hay que hacer el amor y volver a empezar y volver a empezar.
Creo que hay que olvidarse de todo lo que nos han enseñado
y aprender a soñar,
porque bajo los adoquines, está la playa,
y bajo el asfalto, el cielo.”
"

Respuestas.

La gente se mata por conseguir respuestas.

En las calles, en los despachos,
en los cines, en las iglesias,
se trafica con respuestas.

Las librerías estan repletas de respuestas encuadernadas.
Sobran respuestas en los telediarios y en la telebasura,
en los sermones y en los anuncios de publicidad,
en las proclamas de los políticos
y en las confidencias de los amantes.

A lo largo del día,
con las respuestas que he recogido,
regreso a casa feliz
porque pienso que esta vez voy a poder dormir,
sin que los interrogantes me desvelen.
Pero al rascarles un poco la corteza
vuelvo a comprobar que las respuestas
se transforman en nuevas preguntas.




Y me acuesto con mis dudas.
Y me arropo con mis incertidumbres.
Y espero como Dánae
que algún día, mis preguntas sin respuesta
se conviertan en una lluvia de oro
que me arrebate y me lleve hacia tí.

Placeres cotidianos

Ver la misma escena de aquella película que me dejó huella.
Releer el libro del que no me separaba nunca.
Escuchar la música que me hace volar.
Evocar una y otra vez el beso que dí
y el que soñé recibir.
Adorar las rutinas de la maravilla.
Y darme cuenta al repetir los mismos gestos
de que no todo lo pasado fue peor
porque en verdad, gracias a los recuerdos
continúo viviendo y haciendo vivir.


Por eso, cuando estoy en la cama,
hago lo siguiente,
(por este orden)

Pensar en tí,
sonreir
(a veces entre lágrimas)
y apagar la luz.



Y entonces,
indefectiblemente,
con una puntulidad evidentemente celeste,
siento que en mi habitación entra un ángel
y me da el beso de buenas noches.

Tienes razón, &:
Hay que volver

Y como tienes razón, he vuelto.
Era un coñazo estar fuera de la circulación.
Me sentía estatua ecuestre de Franco.
Como soy poco original,
voy a imitar tu seudónimo.

Así que, gente, a partir de ahora,
podéis llamarme de esta forma:

Hay mucho cariño suelto por la red

Hay mucho cariño suelto por la red Art, que es un genio,
y no es alegoría,
tiene un espíritu cultivado que asombra
incluso a los que ejercen de cultivadores de espíritus,
pero no por ello deja de tener
los pies sólidamente asentados en el suelo.
Esto lo digo por intuicion femenina,
y no por razonamiento especulativo,
porque suelo escuchar con mas atención
lo que me sugieren mis entrañas
que lo que me dicta mi cerebro.
A lo que iba.
Art me ha regalado esta reproducción de Kandinsky,
uno de mis pintores preferidos.
Y junto con ella me ha llegado
-del éter, del ciberespacio, de no sé dónde coño-
una oleada de su forma tan especial de entender el cariño.
Kandinsky afirmaba que los artistas son esclavos
de alguien que les va diciendo cómo deben pintar.

A mi me gusta trasladar esta frase a la vida corriente
de los que ni por asomo llegamos a la categoría de artistas,
y sentirme guiada por los hilos de quienes,
en el éter, en el ciberespacio, en no sé donde coño,
de vez en cuando, me dicen sin palabras
que me quieren.
Esto es lo que hace posible
que cosas tan sencillas
como recibir un email,
me llenen de emoción
y se me salten las lágrimas.
Con amigos como Art,
Lorena no puede estar sola.

¡La que me espera!

¡La que me espera! Acabo de dejar a Erika en Sabadell.
He vuelto a casa, y mientras tomo un vodka helado me dispongo a recordar los maravillosos momentos de este fabuloso fin de semana que he pasado con ella.
Pero mi pensamiento se va irremediablemente hacia el texto del folleto sobre un barniz anticarcoma que tenía que haber redactado el viernes y que tengo que acabar sin falta mañana.
Odio los Lunes.
Y también, los Domingos por la Noche,
porque aunque pongas mucho vodka en medio,
no acaban de disimular su maldita cara de
Víspera de Lunes.

Album familiar:
2.Mi antepasada, la santa.

<center>Album familiar: </center><center>2.Mi antepasada, la santa.</center> Se llamaba Faustina Geltrude.
(Qué nombrecitos le ponían a las niñas entonces)
Nació el 18 de agosto de 1713
y el médico le profetizó pocos días de vida,
pero llegó a los 74 años de edad.
(Gran ojo clínico tenía el médico ese)
A los 17 años,
la pobrecita mía,
se metió a monja y se hizo llamar María Crocifissa.
(Menudo gusto que tenía mi antepasada para los nombres)
Ahí donde la veis,
fue declarada venerable por el Vaticano
el 17 de noviembre de 1982
y junto con Pablo de la Cruz,
es cofundadora de la orden de los Pasionistas,
una orden religiosa
que tiene un montón de misioneros por todo el mundo.

No todos tienen el privilegio
de tener una santa en la familia.

El pecado sabe mejor.

Erika. ¿Quién si no?

<center>Erika. ¿Quién si no? ¿Qué decir de ella que no resulte apasionado?
¿Cómo puedo describir objetivamente a una mujer
cuyo recuerdo aún me estremece la piel?
Es completamente distinta a mí.
Más reflexiva,
más silenciosa,
más seria,
pero tiene un trasfondo de ternura inmensa,
que nunca ha salido a la superficie,
no sé por qué,
pues la frágil y exquisita sensibilidad
que oculta bajo siete llaves
es lo más hermoso de esta mujer
que es bella hasta decir basta.
No sé qué va a hacer conmigo,
ni me importa.
Que me lleve y me traiga,
que me entre y me saque,
que me bese
y me devore
y me acaricie
y me estruje.
Yo solo sé que cuando ella se ríe
se ilumina el mundo.
Y que he decidido convertirme
en su payasita de guardia.

Erika. ¿Quién si no?

<center>Erika. ¿Quién si no? ¿Qué decir de ella que no resulte apasionado?
¿Cómo puedo describir objetivamente a una mujer
cuyo recuerdo aún me estremece la piel?
Es completamente distinta a mí.
Más reflexiva,
más silenciosa,
más seria,
pero tiene un trasfondo de ternura inmensa,
que nunca ha salido a la superficie,
no sé por qué,
pues la frágil y exquisita sensibilidad
que oculta bajo siete llaves
es lo más hermoso de esta mujer
que es bella hasta decir basta.
No sé qué va a hacer conmigo,
ni me importa.
Que me lleve y me traiga,
que me entre y me saque,
que me bese
y me devore
y me acaricie
y me estruje.
Yo solo sé que cuando ella se ríe
se ilumina el mundo.
Y que he decidido convertirme
en su payasita de guardia.

Parte meteorológico:
Se avecina una noche de besos.

<center>Parte meteorológico: </center><center>Se avecina una noche de besos.</center>

Metengoqueirmetengoqueirmetengoqueirmetengoqueir.
Pero antes de irme os digo que soy muy feliz,
Aunque esta noche suceda todo lo contrario a lo que espero,
no cambio este momento de felicidad por nada del mundo.
No sé quien dijo,
alguien tendría que haberlo dicho,
que el gozo de la víspera siempre es mas dulce
que el golzo de la plenitud.

(Si nadie ha dicho esta frase, entonces esta cita es mía)
Aunque hablando de citas
a mí me interesa más
la que tengo a las 9,30 de esta noche.
Y mañana, Dios dirá.
Mi tía Barbara
que es el amor más grande de mi vida
Me enseñó a cumplir a rajatabla
–cosa que hago-
la receta de los epicúreos.
Carpe diem.
Que yo traduzco así:
“Cómete el día”
Y en eso estoy.

Bueno, os dejo un besazo de unos labios superguapos
que evidentemente no son los míos.
Me suenan a los labios de Pe.