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A mí no me mires:

Corazón

Esto va para ti. (Y esto sólo lo sabes tú)

ojos

    Quiero agarrar el tiempo en una mano y el espacio en la otra, porque solo así te puedo abrazar. Tu invierno es mi verano, tu noche es mi día, tu sueños son mis vigilias, pero tus penas son mis penas y tus alegrías son las mías. No hay más que una caricia, eterna caricia, la que te hago cada día antes de cerrar los ojos, que es la misma que me devuelves cuando abres los tuyos.
    Querida mía, vivimos porque soñamos, sonreímos porque aún creemos en la utopía, nos derretimos de placer porque el corazón todavía no se ha dado de baja de la ternura, tenemos la suerte de que la fantasía nos impida rendirnos ante esta rutina mostrenca que nos intenta devorar.
    Besarte es rebelarme ante la evidencia y dejarme sojuzgar por el poder de los sueños. Y te beso, y cierro los ojos y estás ahí y no pido más, tan sólo que pueda repetir esta sensación un día y otro día,  con el mismo estremecimiento.
    Nada más que eso. Nada menos que eso.

Escrito a cada instante, Soledad.

Soledad

Por que no puedo vivir en paz, si no me acuerdo antes de ti?
¿Por qué castigo mi cuerpo derrotado de antemano, para intentar gozar de tu presencia?
Me vuelco en afueras devoradoras, en pasiones descontroladas, en vicios oscuros, en el placentero sabor del daño, pero al final acudo a ti, con la piel llorando lágrimas de sangre.
Es insufrible tu alegría, es una tentación carnal tu sonrisa. Sin estar, estás; sin ser, eres; sin tenerte, te poseo; y, pese a quien pese o a lo que pese, tú sigues siendo la fantasía más real en un mundo de vaciedades,
Por encima de millones de cadáveres peregrinos que vienen de ninguna parte y van hacia la nada, eres tú, Soledad, entera, viva y palpitante, la que me domina y me pacifica, la que me arrebata y me calma. Tal vez, en algún mundo, en algún tiempo, tú diste –a saber a quien, a saber a qué- un beso apasionado y ese beso, por el efecto mariposa, navegando por mil esferas de utopía, acaba de llegar a mis labios, haciendo aún más imposible mi amor por ti.
Y vuelve a ser verdad que el amor está escrito a cada instante en la arena de la vida, para que el mar del olvido se lo lleve a cada ola.

 

 

Deseo.

piel

Tus ojos paseando por mi piel.

piel

Me vuelve loca que marques mi cuerpo con la huella de tu pasión.

piel

Solo tú, sin atavíos ni abalorios, desnuda de todo menos de tí.
piel

Y yo me quedaría solamente contigo, con mi piel pegada a tu piel,
boca con boca, mano con mano, sexo con sexo
piel

Necesito marcarte y marcarme.
Dejar huella indeleble de este delirio que me consume.
Tatuar mi deseo en tu sexo.

piel

Besaría tu espalda, de nuca a trasero, y con mis labios sedientos de ti,
recorrería tu columna vertebral hasta erizar tu piel y eliminar de tus ojos,
el mal recuerdo de los hombres que no te han sabido amar.

piel

Y mis labios olvidarían mi boca para residir en tu boca,
hasta convertirse, a fuerza de besos,en una prolongación de tus labios.
piel

Porque estoy dispuesta a luchar y quiero que sepas que mi ilusión
es capaz de crearte de nuevo, para poder creerte una vez más.
Mi amor es omnipotente y contagioso.
Así que será mejor que no te resistas, porque tarde o temprano,
acabarás como yo, dominada por este virus que me pierde en tí,
noche y día.

Amo mi cabeza.

(Declaración de Amor v.1,5 beta)

cabza

Amo mi cabeza. Ella lo es todo para mí.
Gracias a mi cabeza, mi cerebro, mi mente o lo que sea eso,
puedo hacer mucho más de lo que pueden hacer mis manos, mi labios, mi cuerpo o mi sexo,
porque lo puedo imaginar
y eso es más fuerte, más intenso, más adictivo
que la que la otra realidad que captan mis sentidos.
Es la fábula de aquel que soñaba tan bonito,
que tomaba somníferos,
para seguir soñando sin los quebrantos del duro despertar.
Gracias a mi cabeza, sueño y no muero cada vez que me duermo.
Nada es importante, si mi cabeza no lo valora.
Y mi cabeza me dice siempre que nada vale la pena,
porque aunque lo alcances todo,
terminas hecho cenizas como aquel que no ha tenido donde caerse muerto.
Y mi cabeza me sigue diciendo que tanto da ser la más fuerte,
la más guapa, la más influyente, si al final todo se acaba.
Y es mi cabeza, mi bonita cabeza, la me preparara para ese momento
en que diga adiós a todo esto.
Porque mi cabeza sueña, imagina, olvida, anima, consuela.
Si tuviéramos el cerebro artificial y el temperamento lógico de una computadora hace tiempo que nos hubiéramos suicidado.
Mi cabeza me ayudará a ser feliz, y a enamorarme y soñar con la utopía,
incluso cuando mi cuerpo se haya hundido ante las arrugas del tiempo
y sea un presente de ruina y un mañana de cenizas.
Amo mi cabeza.
Gracias a mi cabeza, me amaron tanto.
Gracias a mi cabeza amé yo más.
Y gracias a ella, también, me he enamorado de ti.
Aunque no te haya visto, aunque físicamente no te conozca.
Pero sé cómo escribes, cómo sientes, cómo piensas
y por todo ello, mi cabeza se ha enamorado de la tuya.
Gracias a mi cabeza, mi cabecita loca, pude escribirte
este soneto irremediable para un amor imposible,
o este soneto imposible para un amor irremediable:

Mi vida es un colgante que llevas en tu cuello
muy cerca de tu pecho, donde nace el cariño,
cuando llega la noche con su negro destello,
en tu piel me acurruco, como si fuera un niño.

Mi vida solo vale para estar a tu lado,
el resto es poca cosa, minucias sin sentido.
Tengo lo que me quieres, y soy afortunado
porque tú eres el oro en el que yo he creído.

Si me dicen que mire con realismo la vida
yo digo que la vida para mí es otra cosa
acariciar tu espalda, besarte en espiral

No quiero estar entero, me gusto con la herida
que me causa la pena, la pena tan hermosa,
de un donde diferente y un cuando desigual.

Y aunque tú, querida, con tanto exceso de miedo como de sentido común,
hayas abandonado el campo, en busca de baños más pragmáticos,
aunque no quieras dar señales de vida,
si mi cabeza quiere, no te has ido.
Sigues aquí,
muy cerca de mí,
muy en mi hombro,
dándome besos infinitos en espiral...
Gracias a mi cabeza.

Declaracion de amor (versión 1.5 beta)

mirada

Habrá que sacar el bisturí. Porque tu mirada es eso.
Una lanza quirúrgica que me traspasa y alcanza el entresijo último del alma,
allá donde tengo conservado, como oro en paño,
el secreto de mis secretos,
el que no quiero revelar a nadie, ni siquiera a mí,
y de golpe, todo se convierte en un caleidoscopio
donde lo oculto sale a la luz, reflejado en múltiples facetas.
Y renace aquella ilusión infantil que llevaba dentro,
que solo quiere dormir arrullada con la canción de cuna de una caricia tuya,
y surge la ternura, el silencio que dice tantas y tantas cosas
entre besos enlazados interminablemente,
y se acrecienta la sed de tu piel,
la fiebre siempre incesante de entrar en lo más profundo de tu cuerpo,
de convertirme en el envés de tu sexo,
para devorarte toda entera, desnuda, viva, múltiple, entregada, mía.
 
Y tú me sigues mirando y es como si alguien bailara un bolero con mi alma,
mientras te canto al oido la sonata que Aznavour creó para su amada Isabelle,
Je me contenterais de caresser ton ombre,
si tu voulais m’offrir ton destin pour toujours
Me conformaría con acariciar tu sombra,
si me ofrecieses tu destino para siempre,
en un lugar quimérico donde no hay otro deber que amar sin medida,
donde el tiempo se ha detenido en un indecible pasmo,
para que nada ni nadie pueda dar por finalizado ese instante mágico,
donde tus ojos se cruzan con los míos, se besan,
y se dicen lo que las palabras, muertas de impotencia, son incapaces de expresar.
 
Tu mirada me desnuda por dentro.
Tu mirada me ha hecho perder el rumbo si es que alguna vez lo tuve,
navego contra corriente porque ese es el destino que tus ojos han fijado para mí,
y me oriento desorientándome,
acelero frenando, buscando encuentro,
extraviándome me recupero, conteniéndome me desparramo,
hundiéndome me elevo hacia la puerta más alta del cielo.
¿Qué puedo hacer de mí, ahora que he conseguido acariciar el infinito?
¿Cómo puedo mirar atrás, ahora que he podido besar la utopía?
¿Acaso mi largo ayer de búsqueda ha dado por resultado
esta entrega total de todas las defensas, esta rendición incondicional
ante quien con una caricia puede estremecer tu cuerpo hasta la extrema agonía de la felicidad?
¿Qué puede hacer mi cabeza,
que se ha quedado sin argumentos para contrarrestar esta maravillosa invasión?
¿Y qué pueden hacer mis labios,
que cuando están sin los tuyos, solo saben decir tu nombre, mi amor, solo tu nombre?
Me faltan las respuestas.
¿Para qué?
Me quedo con tus preguntas.
Con tu presencia, tu sonrisa, tus mensajes.
Con el presentimiento de mil inagotables noches de amor,
Con un cuerpo inexplorado lleno de rincones por imaginar.
Y sobre todo, con tu mirada.
Tengo tu mirada.
La que me hace morir.
La que me hace vivir.

Declaracion de amor (versión 1.4 beta)

beso


Aunque parezca una quimera,
yo sé que un día te veré y te acariciaré como nadie lo ha hecho,
y podré culminar el amor que te tengo
en la más perfecta unión que hayan tenido jamás dos cuerpos,
y me estoy preparando para ese feliz encuentro,
porque no pasa una noche que no entre en tí,
no pasa un momento del día que no intente absorber tu calma,
tu alegría, tu sonrisa, tus ojos, tu nuca, tu espalda, tu vida.
Y no me importa nada
que para muchos sea el amor más extraño del mundo,
y no me importa nada
que todos me digan que mi mundo está girando al revés,
ni siquiera me importa
que un día te olvides de mí,
porque sé que eso es imposible,
podrás borrar de tu memoria lo externo de mí,
lo corruptible y efímero,
la impresentable hojarasca de mi decadencia,
pero nadie, y menos tú,
podrá condenar al olvido el amor que te tengo,
pues se ha grabado, a fuego de pasión, en tu piel.

Aunque parezca una quimera,
yo sé que un día pasearemos juntos por las avenidas del alma,
y que mi vida se deslizará por tus senos,
besando una y otra vez los latidos de tu corazón.
Y sé que lloraré lágrimas de ternura y de cariño infinito
dentro, muy dentro de los rincones más íntimos de tu sexo adorable, 
y que dejaré allí la semilla de mis besos,
para que fructifiquen en un amor que rompa las barreras del tiempo
y nos instale en una inagotable juventud,
para ser derrochada generosamente
en quererte y quererte y quererte y quererte.

Aunque parezca una quimera,
yo sé que un día se cumplirá este sueño,
y nos acariciaremos incrédulas como quien acaricia un sueño irrealizable,
Y sé que un día te tendré,
porque ya te tengo,
Y sé que un día te amaré,
porque ya te amo.
Y sé que un día te haré mía,
porque ya lo eres. 
Nada me dice nada, si no me lo dices tú.
Nada me importa nada, si no estás tú. 
Porque todo lo que me importa y me fascina
y me hace reir y me hace llorar
y me mata y me resucita,
todo eso está en tí y solo en tí.
En tí, y en tu mirada.

Aunque parezca una quimera.

Declaración de amor. (Versión 1.3 beta)

love

Si pudiera volver a nacer
pediría hacerlo el mismo día que tú
para poder convertirme en el gran amor de tu vida,
por el que serías capaz de darlo todo
hasta la mirada que más y mejor te define.

Si pudiera volver a nacer,
atraparía los sentimientos que tengo acumulados
desde el mismo día en que te conocí,
y los iría desgranando como pétalos de rosas
sobre tu piel húmeda de agua de mar.

Si pudiera volver a nacer
te llevaría a mi playa,
y con los mejores vinos del mundo,
compondríamos juntos una sinfonía inacabada e inacabable
de sexo, ternura, caricias, y besos infinitos.

Si pudiera volver a nacer,
entraría en tu vida arrebatadamente,
te arrancaría de cuajo de tu país, tu paisaje, tu tierra, tu gente
y te raptaría donde nadie pudiera interrumpir
este incesante diálogo de suspiros, gemidos y miradas.

Si pudiera volver a nacer
bebería vino en la copa de tu boca,
comería en el cuenco de tu sexo,
caminaría con tus pies,
y mis manos serian incapaces de separarse
del tacto exquisito de tu piel

Si pudiera volver a nacer
le pediría a la Diosa de la Mirada
que me convirtiera en tus ojos
para ver la vida, las cosas, las gentes
con todas tus seductoras y maravillosas dudas.

Intermezzo.
(A modo de puente)

En este tiempo donde intentan colocarnos cualquier saldo
porque todo está en venta,
bueno será pagar lo que pidan por un kilo de utopía.

La utopía, ave volandera que se pierde en el horizonte,
es tan necesaria como el pan nuestro, real y crujiente, de cada mañana.
La utopía puede que esté esperándonos al final del camino,
allá donde el cielo besa la tierra,
donde los antiguos enclavaban la cuna de la luna,
y el paraíso de las ilusiones.

Utopía, bella palabra, delicada y frágil como el cristal de Bohemia.
Utopía, que nos convierte en caminantes sin saber el camino,
haciendo caso del poeta que hacía camino al andar,
o del marinero errante que decía:
Vivir no es necesario, navegar sí que lo es.

De repente, se abren las ventanas de mi habitación
y Serrat, mi viejo amigo, me canta al oído:

Se echó al monte la utopía
perseguida por lebreles que se criaron en sus rodillas
y que al no poder seguir su paso, la traicionaron;
y hoy, funcionarios
del negociado de sueños dentro de un orden
son partidarios
de capar al cochino para que engorde.
¡Ay! Utopía, cabalgadura
que nos vuelve gigantes en miniatura.
¡Ay! ¡Ay, Utopía,
dulce como el pan nuestro de cada día!
Quieren prender a la aurora
porque llena la cabeza de pajaritos;
embaucadora
que encandila a los ilusos y a los benditos;
por hechicera
que hace que el ciego vea y el mudo hable;
por subversiva
de lo que está mandado, mande quien mande.
¡Ay! Utopía, incorregible
que no tiene bastante con lo posible.
¡Ay! ¡Ay, Utopía
que levanta huracanes de rebeldía!
Quieren ponerle cadenas,
pero, ¿quién es quien le pone puertas al monte?
No pases pena,
que antes que lleguen los perros, será un buen hombre
el que la encuentre y la cuide
hasta que lleguen mejores días.
Sin utopía
la vida sería un ensayo para la muerte.
¡Ay! Utopía, cómo te quiero
porque les alborotas el gallinero.
¡Ay! ¡Ay, Utopía,
que alumbras los candiles del nuevo día!

Declaración de amor (Versión 1.1 beta)

reina

Te trataré como una reina exclusivamente por puro egoísmo.
Porque tratándote así, me siento más feliz. Porque agonizando por ti, resucito. Porque amándote como te amo, me agiganto.

Te trataré como una reina independientemente de cómo me trates.
No puedo, ni pretendo, cambiar tu orden de prioridades. Quiero seguir amándote así, sumergida en el remolino de la inquietud, en la torrentera del desasosiego,en el precipicio del dichoso y a la vez lacerante insomnio que cambia la rutinaria paz del hastío, por una fiebre constante, por un fuego inextinguible, que me hace vivir y me hace morir, que no me deja tranquila, porque no hay pasión tranquila.

Te trataré como una reina aunque me trates como una esclava.
No quiero amarte a medias, no quiero elegir de ti solo la parte más amable. Quiero amarte tal y como eres, en todas tus facetas, en todos tus momentos, los gratos y los hirientes, los apacibles y los crispados, porque también quiero amar tu libertad, tu facultad de elegirme un día sí y otro no, y acepto, por amor, esperar a que llegue mi turno, si es que llega algún día, porque tus preferencias son mis preferencias, porque tu elección es mi elección, porque lo que tú quieres y eliges es lo que yo quiero y elijo, aunque esa elección aceptada y querida, hiera con la daga de la melancolía un corazón que no puede vivir ni un momento sin tí.

Te trataré como una reina aunque tú no lo acabes de entender.
Cuando lo comprendas, te darás cuenta de lo que te has perdido.

Orgasmanías

Orgasmanías

Cuando me dejo dominar por el deseo del sexo,
alcanzo entonces las nubes de la utopía
y me encuentro justo en el umbral
que separa lo eterno, de lo efímero,
el tiempo, de la eternidad,
el espacio, del infinito.

Es entonces y solo entonces cuando me siento única
y me doy perfecta cuenta de que todo ha sido creado,
(si es que existe  ese todo y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
de que todo ha sido creado por alguien,
(si es que existe ese alguien y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
de que todo, insisto, ha sido creado por alguien,

para que yo y solo yo y nadie más que yo,
(si es que existe ese yo y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
me sienta única
y alcance las nubes de la utopía
y me encuentre justo en el umbral
que separa lo eterno, de lo efímero,
el tiempo, de la eternidad,
el espacio, del infinito.

De todo ello se deduce,
(si es que existe esa deducción y no es fruto de mi imaginación calenturienta)
que el orgasmo es,
contradicción de contradicciones y todo contradicción,
un instante, pero eterno,
que está situado en un punto, pero infinito,
y te arrastra a un sueño soñado dentro del sueño de un soñador,
y aún así,
paradoja de paradojas y todo paradoja,
es lo único realmente real de la realidad,
(si es que existe esa realidad y no es fruto de mi imaginación calenturienta)

 

Bolero.

(Y un sinfín de interrogaciones)

<center>Bolero. <br><br>(Y un sinfín de interrogaciones) De tanto y tanto buscarte,
tengo desgarrada el alma,
con espinas del camino.
Grité tu nombre mil veces y fue en vano,
en las inmensas plazas rebosantes de gente
y desiertas de ti.
He vuelto a recorrer todos los mundos
que nos habíamos inventado juntas,
para indagar tan sólo alguna huella,
una pista, un recuerdo, una sonrisa,
o la marca indeleble que nos deja
el placer de una caricia en la distancia,
y he dejado en forma de porqués,
cariños esparcidos por el viento,
pero solo el silencio es la respuesta.
Y aquí me tienes ronca y rota,
desvalida, y hambrienta de tus besos,
evocando con furia la crueldad de la ausencia.
La tarde se convierte en un bolero,
desesperadamente malherido:

Tú me acostumbraste a todas esas cosas,
y tú me enseñaste que son maravillosas.
Sutil llegaste a mí como una tentación,
llenando de ansiedad mi corazón.
Yo no comprendía cómo se quería,
en tu mundo raro y por ti aprendí.
Por eso me pregunto al ver que me olvidaste,
por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti.


Desesperadamente ausente.
Sin tí, otra vez.
Sin tí.

Otoño, peligroso otoño.

Otoño, peligroso otoño.
...Y puede ser que vuelva a imaginar una vez más, una noche más,
que nos cogemos de la mano
y nos perdemos en la selva que siempre deseamos recorrer juntas.
O que vaya desgrananado en tu oído,
una a una, las palabras más hermosas
que tengo coleccionadas en el álbum de mis emociones.
Y puede ser que me respondas,
mirada lúcida, rigurosamente inexorable,
que todo esto ya lo tienes tan sabido
que no te interesa escucharlo más de mis labios.
Y puede que todo este maremagnum de sentimientos que me diluyen en ti,
tan sólo sea un maldito sueño de mi loca fantasía
que ama mucho más a las musarañas que se inventa,
que a la belleza que tiene delante de sus ojos.
Puede que todo sea nada,
y que nada sea precisamente todo lo que tengo entre mis manos.
Pero resulta que te echo tanto de menos,
que tu alma se convierte en la parte más querida de la mía,
y mi cuerpo se estremece en lo más sensible de su piel
a causa de las caricias que podrías hacerme
el día en que amanecieses a mi lado.
Y no tengo más remedio que escribir esto,
en la esperanza de que me vayas a leer,
aunque seguramente si lo haces,
no tendrás conciencia de que todo esto lo escribo por ti y para ti
y solamente espero el milagro
de que esta mariposa que bate sus alas enamoradas
en el pozo más oculto de mi corazón,
tenga un efecto más allá de mí
y te invada y te arrebate,
para que descubras que, al otro lado del mundo y de la vida,
te estoy amando hasta la consunción
y que nadie,
ni ayer, ni hoy, ni mañana,
nadie te va a querer ni tanto, ni de esta manera,
ni con tanta furia, ni con esta ternura,
porque tú eres mi razón de ser,
imaginado amor,
muda locura,
mirada que me ha partido en mil pedazos,
todos tuyos,
todos.

Lo siento:
Me ha salido sin querer.

Lo siento: <br>Me ha salido sin querer. He recibido el siguiente e-mail
que me ha dejado cabizbunda y meditabaja:

Querida Lorena. No sé si te llamas así de verdad, si todo tu aspecto exterior es una excusa, no para ocultar lo que eres, sino todo lo contrario, para mostrarlo mejor. Solo tengo claro que eres mujer y eres lesbiana, eso y todo lo que de tí dejas traslucir en este blog que es muchísimo, y absolutamente fascinante. Tengo suerte de haberte conocido porque soy hombre, bohemio, romántico, y estoy enamorado de tí. Si fuera mujer harías todo lo posible por conocerme en persona y si encajara en tus esquemas físicos, resolverías esta relación con una o con varias noches de amor. Pero soy hombre y sé que eso no se producirá, y tengo suerte de serlo porque así no me gastarás, no me acabarás, no me utilizarás, y tu seguirás siendo la mujer de mis sueños, una dulcinea para un quijote, una ginebra para un lancelot, un amor plátónico para alguien que cree seriamente que el amor que no es platónico no es amor, es una forma de consumo. Consumimos cuerpos, de la misma forma que consumimos móviles. Cuando llega un modelo más bonito, si podemos, lo cambiamos. Mientras que ese gran amor literario y caballeresco, ese amor que unió a Abelardo y Eloisa, el amor imposible de Romeo y Julieta, el amor que inspiró a los juglares y a los poetas del Renacimiento, es el único que vale la pena, porque no se contagia de la perversidad de la piel, no se infecta con el virus de la pasión corporal. Te reitero mi fidelidad y mi cariño, y no pido nada más. Porque el amor no pide, da. Y yo te lo doy, sin pedirte nada a cambio. Solo quiero que sepas que desde que he llegado yo y te he declarado mi verdad, tú, sin quererlo ni pensarlo, también has cambiado. Gracias a mí, ya eres una amante bilingüe.


Ea!
Pensaba enviar el mensaje a la papelera, pero al final, me ha dado un puntito de rebeldía y he decidido hacerlo público.
Lo único que mantengo en secreto es su e-mail, pero si esta especie de novio virtual que me ha salido, no tiene inconveniente, lo cuelgo sin problemas.
Lo siento por el muchacho, porque conmigo ha pinchado en hueso.
No estoy de acuerdo con sus teorías sentimentales. Padece romanticitis aguda. Eso de que el amor platónico es el único amor, me suena a cuento chino. Y no me sirven los ejemplos literarios que pone, porque esa literatura está sobrevalorada.
A mi entender, la verdad es bien distinta.
El amor físico es el verdadero amor,
y de él derivan todos sus sucedáneos.
Lo malo de este verdadero amor es que dura muy, muy, muy poquito.
Pero, eso sí, se recuerda muy, muy, muy muchito.

¿Cual es vuestra opinión?
¿Tengo razón yo,
o la tiene
mi quijote-abelardo-romeo?

Súbito encuentro.

<center>Súbito encuentro. Vengo de las Baleares,
y en el autocar que me saca del avión y me lleva al aeropuerto,
me doy de bruces con Clara,
después de cinco años de no verla.
Clara fue unos de los grandes amores de mi vida, tal vez el más insensato, sin duda, el más inútil. Pero también, el más generoso. Perdí la cuenta de las veces que me entregué de lleno a ella, y le ofrecí, sin pedir nada a cambio, mi cuerpo y mi mente, mi sonrisa y mi pena. Ella lo aceptaba todo como lo más natural del mundo, sin apenas darle importancia. Y un día, con la misma pasividad con que estuvo a mi lado, dejó de estarlo, sin avisar siquiera, dejándome sumida en el umbral de la depresión.

Pues bien, la besé cariñosamente,
y entre sonrisas inicié una breve conversación cargada de tópicos,
donde no hubo por mi parte
ningún intento de reanudar con ella una nueva relación,
ni siquiera provoqué un intercambio de nuevos teléfonos.
Luego en el taxi, camino de casa,
busqué en lo más sincero de mi corazón,
algún rescoldo de mi antiguo cariño, pero fue en vano.
La sensación de comprobar, una vez más,
de que todo muere,
incluso el amor más desaforado,
curiosamente, me hizo reír.

He dormido mucho más gorda.
Mi autoestima ha subido cinco kilos.

Esta frase
es para nosotras, querida.

Esta frase <br>es para nosotras, querida. “Hay que inyectarse cada día con fantasías
para no morir de realidad”.

Ray Bradbury.

Por eso cada día hablo contigo sin verte.
Y te beso sin que te lleguen mis labios.
Y te acaricio con las manos de mi mente.
Y me enamoro de ti, una y otra vez,
comprobando, no sin asombro, que la distancia
es la leña que enciende más el fuego de mi pasión.
Porque lo que más me gusta de ti no es lo que veo
sino lo que adivino,
no es lo que siento,
sino lo que presiento,
no es lo que describe tu vida cotidiana,
sino lo que revela la foto de tu fantasía.

Prefiero hacer el amor con una utopía que promete,
que con una convivencia que tarde o temprano acaba aburriendo.

Mamá y mami.

Mamá y mami. Ana y Mariana son lesbianas y pareja de hecho.
Cuando se apruebe la ley y puedan casarse, se convertirán en un matrimonio por partida doble: dos madres, ningún padre.
Ana y Mariana acudieron juntas al banco (de semen) y el mismo día a la misma hora, fueron inseminadas con esperma de donante anónimo.
(Normalmente son chicos jóvenes universitarios de muy buena salud y condiciones físicas entre 18 y 35 años. Eso me han dicho)
Ana y Mariana ya están embarazadas.
La ecografía les ha dicho que esperan niñas.
Las hijas de Ana y Mariana
serán hijas de un matrimonio
(pero no)
serán hermanas
(pero no)
y gemelas
(pero no)
sin ningún padre.
(pero no)
y con dos madres
(pero no)
a la biológica la llamarán mamá
y a la adoptiva, mami.

¡Buff, qué follón!
Dan ganas de seguir siendo soltera, lesbiana, promiscua, romántica, pendoncilla, enamoradiza y sin abusar de las convivencias, claro, que eso puede con la pasión más inagotable.
Pero como una siempre os ha hecho mucho caso, ahí va la pregunta de hoy, chicos y chicas:


¿Vosotros me veis con mi cabecita loca perfectamente sentada,
hipercasadísima,
acudiendo con mi esposa al banco para encargar un niño?
¿O dos?

Volar

Volar El imán de lo desconocido
me impulsa a volar hacia otros horizontes
despreciando los paisajes habituales.
Y por mi necia curiosidad acabo igual que Icaro.
Por querer volar demasiado alto,
mis alas de cera se derriten con la cercanía del sol
y me precipito en el abismo.
No siempre volar es huir.
En muchas ocasiones mi atolondrado vuelo
me hace caer más rapidamente
en la sima de donde quería escapar.

Y en el fondo de tu corazón,
algún Sabina cantaba:
Yo si quiero saber a qué viniste
a pedirme lo que nunca compartí,
porque temo, paloma de ojos tristes,
que ahora vueles sin mí.

Velos

Velos Salomé no quería bailar desnuda ante Herodes
y eligió la danza de los siete velos.
Así fué como lo fascinó,
hasta el punto de darle como regalo
la cabeza de San Juan Bautista.
No hay nada más insinuante
que el velo del misterio.
La obviedad es la hermana del desengaño
Desnuda ante tí,
siempre queda el interrogante
de que si lo que soy,
ahora que no hay nada que ocultar,
es realmente lo que tú soñabas que fuese.
Termina el misterio, sí.
Pero no las preguntas.